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“Los poderes mediático, económico, judicial y político están rendidos a Florentino y sus negocios”

Una conversación con Fonsi Loaiza, autor de «El poder del palco».

Abril, 2022

Surgido al calor de la pequeña burguesía franquista y del aprendizaje de una carrera política frustrada, Florentino Pérez se ha erigido como uno de los máximos exponentes de la oligarquía española. Su imperio, construido sobre dos patas principales: ACS y Real Madrid —hormigón y futbol—, lo forman un patrimonio de unos dos mil millones de euros. Pero no sólo eso: desde que llegó a la presidencia del club blanco se ha servido de éste para tejer toda una trama de corrupciones y especulación. Al menos eso es lo que cuenta (y desvela) Fonsi Loaiza en su nuevo libro, Florentino Pérez / El poder del palco. Doctor en Medios, Comunicación y Cultura, y máster en Comunicación Social y Periodismo Deportivo, con Fonsi Loaiza es la siguiente entrevista…


Jordi Sarrión i Carbonell


Fonsi Loaiza (Cádiz, 1990) sabe bien lo que es acabar en los tribunales por atreverse a cuestionar el statu quo. Doctor en Medios de Comunicación y Cultura, Loaiza ha diseccionado el poder de los medios de comunicación y la incidencia que estos tienen en la sociedad. Pero, además, maneja a la perfección las redes sociales, desde donde denuncia lo que para él son “injusticias palmarias”. La lucha contra las desigualdades y por el deporte popular son las dos grandes pasiones que le han llevado a escribir Florentino Pérez / El poder del palco (Akal, 2022). Un libro que cuenta cómo un político mediocre, Florentino Pérez, se convirtió en un magnate de los negocios y llegó a presidir uno de los clubes más grandes del mundo: el Real Madrid. Más allá del mito, conversamos sobre uno de los personajes más poderosos e influyentes de España. Uno de esos que, si bien no están en el gobierno, sí ejercen el poder desde el palco del Santiago Bernabéu. Un lugar donde, como recuerda Loaiza, “el fútbol es lo de menos”. ¡Es el mercado, amigos!

Fonsi Loaiza. / Foto de Zhanet Filipova (Instagram).

—Decía Manuel Azaña que, en España, la mejor forma de guardar un secreto es escribir un libro. ¿Por qué decidió escribir uno para contar los negocios oscuros de Florentino Pérez con todo el impacto que tiene en las redes?

—Veía necesario retomar los libros y su alma revolucionaria. Como en los medios tradicionales no me iban a dejar hablar de Florentino, quería usar el arma que todavía tenemos, la libertad de expresión, en algunas editoriales y medios. A partir de ahí, comencé una investigación para contar la historia de Florentino y descubrir algunos de sus secretos. En un país donde Florentino Pérez te llama para que cambies un pie de foto que no le gusta, escribir un libro con la libertad que me han dado en Akal me pareció la mejor forma de contar esta historia.

—¿Cómo fue el proceso para escribirlo? ¿Ha recibido presiones?

—Tengo la gran suerte de ser un paria, no me pueden echar de ningún lugar. Recuerdo al periodista José María García, que se atrevió a criticar a Florentino Pérez y a Aznar. Se unieron y consiguieron cargárselo; ahora bien, él era una figura periodística que llegó a ganar más que Zidane en su momento. Tenía mucho que perder. Yo, en cambio, sólo tengo mi palabra. Y Florentino Pérez no me la puede quitar, ni a mí ni a nadie. Esa es nuestra gran suerte y esperanza.

—Muchos no lo saben, pero la carrera de Florentino Pérez comienza en Catalunya, de la mano del clan de los Pujol.

—Sí, de hecho no se puede entender la figura del 3 % de Jordi Pujol [expolítico español] sin entender la figura de Florentino Pérez. La justicia señala que la empresa de Pérez, ACS, era una de las que estaba detrás de la trama de corrupción de Convergència [el partido político español fundado por Pujol]. En una comparecencia pública en el Parlament, Florentino Pérez llegó a admitir que, hasta el año 2000, que se convierte en presidente del Real Madrid, acude a todos los mítines de Convergència. ¿Qué hacía en esos mítines? ¿Es que le gustaban Artur Mas o Jordi Pujol? ¿O es que lo que le gustaba eran las adjudicaciones que se llevaba y que se sigue llevando? Se vio a Pérez en la boda del conseller Marc Giró junto al president Pere Aragonés. La burguesía catalana y la oligarquía española no tienen problemas en aliarse para llevarse los contratazos.

—Dice en el libro que España es el único país donde una persona compra una constructora a precio de saldo y al mismo tiempo se mete en política, como hizo el presidente del Real Madrid. ¿Qué problema tiene España con sus élites?

—¿Qué está buscando un empresario con ansias de poder cuando se mete en política? Claro y raso: sacar beneficios para su empresa. El problema que tiene España y su Transición es que las familias que mandaban durante el franquismo son las que siguen mandando actualmente. Por ejemplo, la familia March llega a financiar el golpe de Estado de Franco y Florentino Pérez es uno de los empleados de esta familia a través de sus empresas. Él se da cuenta muy pronto de cómo funciona ese clan de familias que actúa en la sombra. Pérez llega al Ayuntamiento de Madrid antes de las primeras elecciones democráticas, designado por el alcalde franquista Juan de Arespacochaga, quien sería expulsado del PP años más tarde por apoyar públicamente la dictadura de Pinochet en Chile. Arespacochaga colocó al joven Pérez en un puesto al calor de la aristocracia franquista, y pronto lo convirtió en uno de sus discípulos más destacados. Durante la Transición, Pérez se convierte en concejal de Saneamiento y Medioambiente de Madrid por la UCD, y ocupa puestos en los ministerios de Transportes y Agricultura, y ahí se codea con algunas de las familias más poderosas de España.

—Vivimos en una democracia liberal, pero, por lo que plantea en el libro, parece que se hace más política en el palco del Bernabéu que en el Congreso.

—Cuando empieza todo, Pérez cree que el poder está en los parlamentos y en las instituciones, y ello lo lleva a intentar crear un partido centrista en España: el Partido Reformista Democrático (PRD). Lo hace de la mano del padre de la Constitución Miquel Roca y del abogado Antonio Garrigues Walker. Si bien a nivel electoral la Operación Roca fue un fracaso, para él es todo un éxito, ya que esta aventura política le permite conocer de cerca a las familias más poderosas de España. Es en este momento en el que Pérez se da cuenta de que no necesita presentarse a unas elecciones, sino ganarse la confianza de estas familias y dar el salto al Real Madrid: para tener el poder no hacía falta estar en el gobierno.

—¿Es imposible resistirse a los encantos de Florentino Pérez y sus amigos?

—Dentro de la democracia burguesa actual van a seguir mandando los oligarcas como Pérez. Me hace gracia que, a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania, los medios españoles hablen de oligarcas por primera vez, porque son rusos. ¿Por qué no hablan de los oligarcas españoles como Florentino Pérez? Porque sus tentáculos están por todas partes. Él financia a la Fundación FAES de José María Aznar, pero no tiene ningún escrúpulo en financiar también a la Fundación Pablo Iglesias del PSOE. Es curioso que empresarios del IBEX puedan ir financiando a partidos políticos y a sus fundaciones. ¿Qué buscan las grandes empresas financiando a los partidos y a sus fundaciones? Yo creo que está claro. Desde el 15M, han cambiado todos los rostros visibles de la política, incluso el del Jefe de Estado, pero de facto mandan los mismos. ¿Acaso es casual que, al día siguiente de que el PP defenestrara a Pablo Casado, Florentino Pérez engalanara a Ayuso con la camiseta del Real Madrid?

—Si hablamos de Florentino Pérez no podemos dejar pasar la figura de Antonio García Ferreras. O, como lo conoce Pérez, su ‘Ferri’.

—García Ferreras es una de las figuras clave para entender el poder de Florentino en la sombra. Entre sus grandes gestas está la de vetar en la Cadena SER a Matilde Fernández (exministra de Asuntos Sociales y exconcejala del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid) porque se opuso al gran pelotazo de la ciudad deportiva del Madrid, en los viejos y buenos tiempos de Aznar. Como premio, ‘Ferri’ ficha como jefe de comunicación del Real Madrid. Y, si a alguien le suena extraño esto que estoy diciendo, que se pregunte por qué La Sexta no informa sobre ninguna de las tropelías en las que está involucrado Florentino. Que se planteen los porqués de ese silencio absoluto. Había una cuenta en Twitter que se dedicaba a contar los días que pasaban sin que La Sexta hablase del desastre del Caso Castor

—¿Cómo llega Pérez a convertirse en el hombre más poderoso del Real Madrid?

—Lo primero que hace es comprar un medio de comunicación llamado la Guía del Ocio. La primera vez pierde las elecciones contra el gran populista Ramón Mendoza. Y pierde porque se ve abocado a un debate, y él no se desenvuelve bien en ese terreno. Entonces se da cuenta de que necesitaba un revulsivo para ganar sin debatir, y decide quitarle a Luis Figo al Barcelona. Y consigue hacer esto gracias al banquero Miguel Blesa, entonces presidente de Bankia, que está detrás de operaciones de financiación del Madrid como la de Figo o la de Cristiano Ronaldo. Al final acabamos todos pagando los fichajes del Real Madrid con los rescates a la banca. De hecho, cuando Blesa fue defenestrado decía que lo que más le dolió fue que lo expulsaran del palco del Bernabéu.

—¿Por qué es tan importante ese palco?

—Es poder puro y duro. Lo voy a explicar con un ejemplo. Allí van directores y periodistas de grandes medios, y su presencia es la forma que tiene Pérez de advertirles de que su equipo no se puede tocar en sus medios. Es una forma de comprarlos. Y lo mismo ocurre con gente del mundo de la política o la Justicia, como jueces importantes o incluso la entonces abogada general del Estado, que bajaba a pedir autógrafos a Cristiano Ronaldo. La imagen es escalofriante: el poder mediático, el poder económico, el poder judicial y el poder político acaban rendidos a Florentino y sus negocios en el palco del Bernabéu.

—Más allá del papel de los medios generalistas está el papel de los medios deportivos. Usted los acusa de crear “trajes a medida” para espectacularizar el futbol. ¿Qué hay detrás?

—Tienes razón. Programas como Punto Pelota o El Chiringuito banalizan el deporte, y Florentino Pérez está encantado con ellos. Su función es sencilla: fomentar el hooliganismo y esconder las tropelías que hacen quienes están en los palcos. De hecho, el propio Pérez llegó a presentar la Superliga en Atresmedia de la mano de Josep Pedrerol. Eduardo Inda es otra de las figuras que ocupan un papel importante. Además, Pérez mandó a Javier Iglesias crear un medio de comunicación falso llamado Diario Bernabéu. Como premio, se convirtió en tertuliano de El Chiringuito y después fichó por OK Diario, de Inda. Un medio (OK Diario) financiado por Florentino Pérez a través de publireportajes de sus empresas.

—En el libro dice que hay tres grandes fracasos en la carrera de Pérez: la Operación Roca, la fusión de Iberdrola y la Superliga. ¿Cómo ayudan PP y PSOE a Florentino Pérez a conservar y expandir su poder?

—Llegaron a crearle una “enmienda Florentino” ad hoc para que se hiciera con Iberdrola. Hay una cuestión paradójica, y es que, cuando está el PSOE en el gobierno, Florentino aumenta más si cabe sus beneficios. Comprender bien esto es muy importante para entender la lentitud del PSOE a la hora de revertir las privatizaciones del Partido Popular, o a la hora de plantear un proyecto alternativo de futuro. El problema reside en que cada vez los tentáculos de Pérez se hacen más grandes, y resulta mucho más difícil para el poder político o incluso para el judicial escapar de ellos. Me viene a la memoria cuando un juez preguntó a Florentino Pérez si había financiado al PP y, al más puro estilo de la mafia, él le respondió que le molestaba la pregunta y que si lo conociese no se atrevería a hacerle esa pregunta.

—Para no acabar con un sabor amargo, pongamos el foco en los medios que se toman en serio esto del periodismo. ¿Cómo podemos construir una prensa valiente frente a los poderosos?

—Los periodistas han perdido muchas de sus libertades porque los medios convencionales están secuestrados. Algo insólito que estoy viviendo es que mi libro ha salido en portada en Francia, en Le Journal de Dimanche y, en cambio, no ha habido ni una reseña de El poder del palco en la prensa tradicional española. Parece que estamos volviendo a los tiempos del franquismo, donde había que leer prensa internacional para enterarte de lo que ocurría en tu propio país. No olvidemos tampoco que la última aparición pública de Juan Carlos I fue en el palco del Bernabéu, de la mano de Florentino Pérez…

[Este texto fue publicado originalmente en CTXT / Revista Contexto; es reproducida aquí bajo la licencia Creative Commons.]

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