Todos juntos por Roberto

El trovador mexicano, uno de esos autores de música a los que podríamos llamar indispensables, pasa por momentos difíciles de salud. Por lo mismo, también financieros.

El pasado viernes 7 de mayo se llevó a cabo un concierto solidario para Roberto González, conducido por Nina Galindo y Carlos Arellano, cuyo perfil de Facebook de este último funcionó como escenario-plataforma.

Intervinieron, entre otros, Paco Barrios desde Chihuahua, Rafael Catana, Armando Chacha, Gerardo Enciso desde su Guadalajara, Fausto Arrellín, Joan Sibila, Roberto Ponce, Enrique Quezadas, Rafael Mendoza y Julia González.

La intención de hacer algo creativo en esta benéfica actividad (como la libre fluidez del pensamiento, no la actuación para sí mismo) por momentos dio la sensación de no haber funcionado de esta manera, sino todo lo contrario: dejó clara constancia de participaciones demasiado personalizadas. Desde el punto de vista de quien esto escribe, la sesión musical debió haber tenido más espacio para hablar del trabajo poético y musical de Roberto González.

Dicho en otras palabras: ¿y la obra del homenajeado dónde quedó? Roberto, a mi juicio, es uno de los mejores músicos del país, por lo mismo debió haberse dejado a un lado tanta queja personal. Cierto, no todos los músicos participantes ahondaron en esta rebatinga discursiva, también hubo algo mágico y divino, si así lo queremos ver.

Estoy de acuerdo, eso sí, de que es importante ayudar en estos momentos difíciles a Roberto González.

Estoy de acuerdo, también, de la cultura de nuestro país se halla en un estado deplorable por las manos burocratizadas que la manejan, su tez disminuida debe ser de inmediato tema de debate público… pero esto, como dice la frase, es otro tema.