
El pasado 30 de septiembre (de este 2025) se cumplió un lustro del fallecimiento de don Joaquín Salvador Lavado Tejón; es decir: Quino; es decir: el creador del personaje de historieta más famoso de Argentina y uno de los más queridos del mundo hispanohablante: Mafalda, quizá la niña más contestataria del humor gráfico. Como lo dejó apuntado Umberto Eco: “Mafalda no es solamente un personaje de historieta más; es, sin duda, el personaje de los años setenta. Si para definirla se ha utilizado el adjetivo «contestataria», no ha sido para alinearla en la moda del anticonformismo a toda costa: Mafalda es de verdad una heroína iracunda que rechaza al mundo tal cual es”, escribió en su momento el semiólogo y filósofo italiano. Más terrenal fue el gran Julio Cortázar: “No tiene importancia lo que yo pienso sobre Mafalda. Lo importante es lo que Mafalda piensa de mí”, dicen que dijo un día el escritor argentino sobre la pequeña niña. Y sí: todos la amaban. Rebelde y feminista, Mafalda es, de acuerdo con la descripción de su autor, Quino, “una niña que intenta resolver el dilema de quiénes son los buenos y quiénes los malos en este mundo”. Nombre esencial de la caricatura latinoamericana, Quino fue asimismo autor de incontables viñetas que abordaron diversos temas; con humor ácido, satirizaba lo mismo sobre la política, el poder, las desigualdades sociales, la burocracia, el mundo moderno, y, claro, la vida misma. | En la imagen, una de las viñetas clásicas de Quino, tomada del libro Todo Mafalda.
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