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“Después de un momento vi caer del cielo toda la colección de mis palabras”

Poemas de Fernando Salazar Torres; en homenaje al poeta mexicano falleció el pasado 13 de mayo

Mayo, 2024

Nació en la Ciudad de México en 1983 y partió de este mundo el pasado 13 de mayo, en la misma capital. Hombre polifacético, Fernando Salazar Torres era a partes iguales crítico literario, ensayista e incansable gestor cultural. Pero, sobre todo, era poeta. Licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, en la que además cursó una maestría en Teoría Literaria, era doctor en Literatura Hispanoamericana por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con estancia de investigación en la Universidad de Salamanca. Miembro del PEN Club de México, fue autor de los poemarios Sueños de cadáver (México, 2015), Visiones de otro reino (México, 2018), del libro de artista Ghazhal/Gacelas (2021) en colaboración con el artista plástico Fernando Gallo, y Divã da Hispânia (Portugal, 2022), el cual obtuvo el XX Premio Literario Naji Naaman, en Líbano, en el área de creación. En marzo de este 2024, el poeta mexicano había puesto en circulación su nuevo libro: Morfeo / Fragmentos nocturnos, una treintena de poemas en prosa. Con autorización, reproducimos a manera de homenaje una breve selección de su obra (la cual, por cierto, ha sido traducida a casi una decena de idiomas). Pues, como señala el poeta Salvador Gallardo en estas mismas páginas: “Para Fernando, la poesía era un modo de vida”.

Del libro Morfeo / Fragmentos nocturnos:

IV

Soñé con la Higuera de mi infancia. Hay un jardín azul y, al fondo, un ángel juega entre el polvo de mi pasado; escucho las risas de los niños, saltan alrededor de la babilónica Higuera y, de un brinco, me arrojo al rincón, y la luz, intensísima, me empolva los ojos y miro al cielo, y caen los higos, y me confundo, porque esos frutos ya no existen.

XXV

Soñé con el sudario de Jesús. Lo toqué con las yemas de mis dedos y abrigué un vértigo que descolocó mi alma, aclaró el desorden de mi visión y puso en mí su sufrimiento, el sudor de la cruz. Hay una llaga ahogándose en mi garganta, la voz suplicando agua, el llanto mariano besando la madera del sacrificio. Transpiraba mares y el manto me sofocaba, prohibiendo moverme. Las horas volvíanse serenas y yo no podía impedir el juramento de la sábana. Tan pronto rayó el reloj al canto del gallo, mi cuerpo menguó. “¡Despierta!”, ordenó el Hacedor. “El tiempo va siendo menos”, dije. “Ya no existe más oportunidad para los evangelios”, rezaba Él.

oOo

Del libro Detrás de ovidio:

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀X

Vago solo y voy buscando la vida. Quiero perder mi muerte,
Corina, para volver a la primavera de tus manos,
cuando con tus besos y mis besos se encendían las estrellas.
Cambiaría la vida de Octavio por mi muerte, abedul,
y cien exilios más cien exilios y otros cien más
por un beso tuyo, por uno solo y volver a mi inmortalidad.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀XI

Que arrancaron mis poemas de las bibliotecas.
Así que mis versos fueron removidos de Roma.
Así que, en este viaje rumbo a Tomos, sanguijuela,
pretendes que todos olviden mis consejos de amor.
Haz lo que pretendas, pero no podrás con el destino.
Roma arderá como tú en la ceniza, y me verán
con mis libros en las manos de quienes aman.
Que arrancaron mis poemas de las bibliotecas.
Así que mis versos te parecen impuros, rufián,
pues mi poesía será más ley que tu ley, embustero.

oOo

Del libro Divã da hispânia:

Gacela en la noche del amor

Mi sombra ronda el borde de tu cama
y otra sombra más sombra que la noche
cubre mi boca, pliega tus ijares,
gacela dormida, mis labios saltan

tu jardín de rosa y perfume. Sueño
con tu reino en la noche del amor,
flor húmeda, pies de ágata, jadeo de nube.

Mis dedos te despiertan en tu centro gozoso
y la mar nocturna ardiente, fragosas las manos
arañan tus muslos, porque muerdo tus talones.
El aliento de tu cuerpo me huele la carne.

Me elevan tus caricias procelosas,
gacela, te escalda mi jabalina de fuego,
no te entre el miedo con mi lengua ardiente

————————

Gazel na noite do amor

A minha sombra cerca a beira da tua cama
e outra sombra mais sombria do que a noite
cobre a minha boca, dobra os teus flancos,
gazela adormecida, os meus lábios saltam

o teu jardim de rosas e perfume. Sonho
com o teu reino na noite do amor,
flor húmida, pés de ágata, ofegante de nuvens.

Os meus dedos despertam-te no teu centro de prazer
e o mar nocturno ardente, as mãos perfumadas
arranham as tuas coxas, porque te mordo os calcanhares.
O bafo do teu corpo fareja-me a carne.

Elevam-me as tuas tempestuosas carícias,
gazela, escalda-te o meu dardo de fogo,
não te assustes com a minha língua ardente.

El poeta Fernando Salazar Torres (1983-2024).

Cantiga para la mujer de mi vida

Junta siempre tus manos a las mías,
sea otro modo de vivir los días.
Al final la noche nos cubrirá
con su rebozo de sombra y luz.

Junta a toda hora tu huella a la mía,
sea el modo de vivir y te siga.
Al final la noche nos vestirá
en su rebozo de sombra y luz.

Reúnan siempre la muerte y la vida,
mírense otra a la una de abajo arriba.
Al final la sombra nos tapará
con su la almaizar de noche y albor.

Reunámonos a cada hora vivida,
mirarse bajo el cielo que agoniza.
Al final la tierra nos forrará
en su almaizar de negro candor.

————————

Cantiga para a mulher da minha vida

Junta sempre as tuas mãos às minhas,
seja outro modo de viver os dias.
No final, a noite cobrir-nos-á
com o seu brilho de sombra e luz.

Junta a toda hora o teu sinal ao meu,
seja a forma de viver e te siga.
No final, a noite vestir-nos-á
no seu manto de sombra e luz.

Reúnam sempre a morte e a vida,
mirem-se uma à outra de baixo para cima.
No final a sombra cobrir-nos-á
com a sua túnica de noite e madrugada.

Reunamos a cada hora vivida,
o olhar sob o céu que agoniza.
No final a terra cobrir-nos-á
na sua túnica de negra candura.

oOo

Del libro Visiones de otro reino:

Día siete.
Descanso después del bautismo

Los días transcurridos son girasoles los girasoles son bailarinas de fuego las bailarinas son fisuras las fisuras son cenizas las cenizas buscan su origen el origen busca su lugar el lugar busca su tumba la tumba busca su muerta la muerta desea el acorde final el acorde final desea su partitura la partitura desea su violín el violín desea su música la música pasa siempre en fuga la fuga pasa siempre al infinito el infinito pasa siempre en película de tres minutos tres minutos pasan siempre en siete años los años divagan cada eternidad la eternidad divaga cada mundo el mundo divaga cada vacío el vacío divaga cada mujer la mujer llega a su llanto el llanto llega a su pañuelo el pañuelo llega a una oración la oración llega al domingo el domingo saluda al campanario el campanario saluda a la montaña la montaña saluda a su adiós el adiós saluda a la bienvenida la bienvenida es un horizonte el horizonte es un destino el destino es una mirada la mirada es el futuro el futuro espera a su pasajero el pasajero espera a su cadáver el cadáver espera a sus flores las flores esperan ser auroras…

Día diez.
La consagración

Te veo llegar y borras la medida del tiempo
tus manos apagan la tarde muy temprano
para estar solos solitarios uno con el otro
Residen en mí partículas de luz
esencias fotográficas creadas por ti

En los párpados quedan suspendidas
las somnolencias que invaden cuerpos
ella duerme su sed
ella despierta a la morada
ella recuerda esta mañana ya vista

Los cuerpos se hablan⠀⠀⠀los soles alivian
Mis labios originan tu perfume
y el rapto de tus yemas posee un bálsamo
que me dormita en la exactitud de tus ojos

Eres el pacífico en el vuelo de mi pensamiento

Me dijiste que somos paralelismos
34 y 31 son simultáneamente 7 y 4
y al aproximarse suman 11
analogías que se deslizan sobre el tálamo
donde se ofrendan beneficios

Somos dos promesas abrazadas
dos ofrendas cubriendo el Santuario
cuando se consagra el amor cósmico
cuando acariciamos la sangre para salvarnos

Eres el pacífico en el vuelo de mi pensamiento

oOo

Del libro Sueños de cadáver:

Exilio

El último ángel subió a las 6 de la tarde eran las 10 de la noche y yo seguía con los poetas bebiendo vino leyendo nuestros poemas y comentando el fracaso de las actuales publicaciones Dios había estado esperándome al pie de la montaña para hacerme recordar que su creación sólo le tardó seis días y que ningún poeta había logrado fincar otro mundo independiente al suyo

La noche pasada descubrí a Dios sentado en su nube con el libro de Huidobro en las manos Al punto se percató de mi mirar y lo dejó caer sin paracaídas

Salí del café Héxen en dirección al norte Cuando llegué no estaba más allí Aquel día sí me preocupé Esperé hasta el canto del gallo Después de un momento vi caer del cielo toda la colección de mis palabras

Se despidió de mí con una consigna tejida en toda nube jamás aprenderás poesía con ellos como lo harías conmigo

Segundo fragmento

La otra vida me cayó
por sorpresa Perdí mis rostros
porque ahora duermen sin remedio

El augurio me siembra el nuevo cadáver
(el desordenado trébol atraviesa el viento)
Sucede el bicadáver en tiempos de angustia

Me di a la vida a la doble identidad
con las mismas manos que barren el tiempo
con los pies que ruedan al mundo
y los mismos sueños que se sueñan

Alguno de mis nombres da nueva sombra
(también es una forma renovada de vivir)
y mi muerto vuelve a llegar

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