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La (violenta) erupción volcánica en Tonga y sus consecuencias

Enero, 2022

El pasado 15 de enero entró en erupción el volcán submarino Hunga Tonga Hunga Ha’apai, en el Pacífico, cerca de Australia. La onda expansiva fue de tal calibre que se registró en lugares tan lejanos como Alaska (en Estados Unidos), y provocó cambios en la atmósfera y las corrientes marinas de todo el planeta. A la erupción reciente podrían seguirle varias semanas o incluso años de gran agitación volcánica.


La erupción del volcán se sintió en todo el mundo

Redacción SdE / Agencias


La erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, un volcán submarino a 65 kilómetros situado en el Reino de Tonga, en la Polinesia, es una de las más violentas que se han registrado en los últimos treinta años en el planeta.

Ocurrió el pasado 15 de enero.

“La gran y explosiva extensión lateral de la erupción sugiere que probablemente fue la mayor desde la erupción del Pinatubo el 13 de junio de 1991”, dijo a Radio New Zealand Shane Cronin, vulcanólogo de la Universidad de Auckland.

La atronadora erupción del Hunga Tonga Hunga Ha’apai, un volcán con un amplio historial de actividad, pudo escucharse a cientos de kilómetros de distancia y sus cenizas y vapor fueron expulsados a unos 20 kilómetros de altura.

“Los efectos de la erupción se sintieron en todo el mundo, con la onda expansiva y el tsunami asociados reportados tan lejos como Alaska”, indica Heather Handley, vulcanóloga y profesora adjunta de la Universidad de Monash (Australia) en declaraciones al Science Media Centre australiano.

La nube de humo expulsada por el volcán, que provocó un tsunami, tuvo un diámetro de 260 kilómetros y se pudo observar por los satélites en la órbita terrestre.

Una gran erupción

“El trabajo de investigación que hemos completado en el volcán Hunga muestra que ha habido muchas erupciones históricas (la más reciente en 2009 y 2014-15). Estos eventos históricos son demasiado pequeños como para dejar cenizas significativas en las islas principales y, por lo general, no causan problemas”, recalca Cronin al Science Media Centre de Nueva Zelanda.

Sin embargo, “también hemos encontrado pruebas de dos grandes erupciones en Hunga. La erupción actual parece ser uno de estos grandes eventos”, añade el experto.

Igual opina Marco Brenna, geólogo de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda): “Las imágenes de satélite parecen mostrar una erupción muy importante, mucho mayor que las de la historia reciente del Hunga (1912, 1937, 1988, 2009 y 2014)”.

“La pluma eruptiva (nube) se extendió por una vasta zona, incluidas las islas habitadas de Tonga. Por lo tanto, es probable que se produzca una lluvia de cenizas que afectará a la salud de la población local, por ejemplo, contaminando el agua potable y provocando problemas respiratorios”, advierte el experto.

Foto: Servicios Geológicos de Tonga.

Además, los habitantes de Tonga deben permanecer atentos a nuevas erupciones y a posibles tsunamis. “Los depósitos geológicos de las erupciones de Hunga Ha’apai de los años 200 y 1000 d.C. —las dos grandes erupciones históricas— sugieren que hubo muchas fases eruptivas. Esto supone que el actual episodio eruptivo podría durar varias semanas o meses y que es posible que se produzcan otras erupciones de tamaño similar a la del 15 de enero de 2022”, avisa Cronin.

Fuente: Agencias

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Por qué la erupción volcánica en Tonga ha sido tan violenta, y qué podría ocurrir ahora

Shane Cronin


El reino de Tonga no suele atraer la atención mundial, pero la violenta erupción de su volcán submarino el 15 de enero ha propagado ondas de choque, literalmente, por medio mundo.

Normalmente, el volcán no parece gran cosa a simple vista. Consta de dos pequeñas islas deshabitadas, Hunga-Ha’apai y Hunga-Tonga, que se asoman unos 100 m sobre el nivel del mar a 65 km al norte de Nuku’alofa, la capital de Tonga. Pero bajo el agua se esconde un enorme volcán de unos 1 800 m de altura y 20 km de ancho.

El enorme volcán submarino junto a las islas Hunga-Ha’apai y Hunga-Tonga. Author provided.

El volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai ha entrado en erupción regularmente en las últimas décadas. En 2009 y 2014/15, chorros calientes de magma y vapor explotaron sobre las olas. Sin embargo, estas erupciones fueron pequeñas comparadas con el fenómeno de este enero de 2022.

Nuestra investigación sobre las erupciones anteriores sugiere que la más reciente es una de las explosiones masivas que el volcán es capaz de producir aproximadamente cada mil años.

Ahora bien, ¿por qué las erupciones del volcán son tan explosivas, si el agua del mar debería enfriar el magma?

Si el magma asciende por el agua lentamente, incluso a temperaturas de unos 1 200 ℃, se forma una fina película de vapor entre el magma y el agua. Esto proporciona una capa de aislamiento que permite que la superficie exterior del magma se enfríe.

Pero este proceso no funciona cuando el magma sale del suelo lleno de gas volcánico. Cuando el material entra rápidamente en el agua, las capas de vapor se rompen rápidamente, poniendo el magma caliente en contacto directo con el agua fría.

Los vulcanólogos lo llaman “interacción combustible-refrigerante”, y es similar a las explosiones químicas de tipo armamentístico. Las explosiones extremadamente violentas desgarran el magma. Entonces se inicia una reacción en cadena, con nuevos fragmentos de magma que exponen al agua nuevas superficies interiores calientes, y las explosiones se repiten, lanzando finalmente partículas volcánicas y provocando explosiones con velocidades supersónicas.

Las dos escalas de las erupciones del Hunga

La erupción de 2014/15 creó un cono volcánico, uniendo las dos antiguas islas del Hunga para crear una isla combinada de unos 5 km de largo. La visitamos en 2016 y descubrimos que estas erupciones históricas no eran más que teloneras del fenómeno principal.

Al cartografiar el fondo marino, descubrimos una “caldera” oculta a 150 m bajo las olas.

Un mapa del fondo marino muestra los conos volcánicos y la enorme caldera. Author provided.

La caldera es una depresión en forma de cráter de unos 5 km de diámetro. Las pequeñas erupciones (como las de 2009 y 2014/15) se producen principalmente en el borde de la caldera, pero las muy grandes provienen de la propia caldera. Estas grandes erupciones tienen tal envergadura que la parte superior del magma en erupción se hunde hacia dentro, profundizando la caldera.

Tras observar la química de las erupciones pasadas, creemos que las pequeñas erupciones representan el sistema de magma recargándose lentamente para prepararse para un gran evento.

Encontramos pruebas de dos enormes erupciones pasadas de la caldera del Hunga en los depósitos de las antiguas islas. Las comparamos químicamente con los depósitos de ceniza volcánica de la mayor isla habitada, Tongatapu, a 65 km de distancia, y luego utilizamos las fechas de radiocarbono para demostrar que las grandes erupciones de la caldera se producen aproximadamente cada 1000 años, la última de ellas en el año 1100.

Con este conocimiento, la erupción del 15 de enero parece estar justo en la fecha prevista para una de las grandes.

Qué podemos esperar que ocurra ahora

Todavía estamos en medio de esta importante secuencia eruptiva y muchos aspectos siguen sin estar claros, en parte porque la isla está actualmente oscurecida por nubes de ceniza.

Las dos erupciones anteriores, del 20 de diciembre de 2021 y del 13 de enero de 2022, fueron de tamaño moderado. Produjeron nubes de hasta 17 km de altura y añadieron nuevas tierras a la isla combinada de 2014/15.

La última erupción ha aumentado la escala en términos de violencia. La pluma de ceniza tiene ya unos 20 km de altura. Lo más destacable es que se extendió de forma casi concéntrica a una distancia de unos 130 km del volcán, creando un penacho con un diámetro de 260 km, antes de que fuera distorsionado por el viento.

Esto supone una enorme potencia explosiva, que no puede explicarse únicamente por la interacción magma-agua. En cambio, muestra que grandes cantidades de magma fresco y cargado de gas han salido de la caldera.

La erupción también produjo un tsunami en todo Tonga y en las vecinas Fiyi y Samoa. Las ondas de choque recorrieron muchos miles de kilómetros, se vieron desde el espacio y se registraron en Nueva Zelanda a unos 2 000 km de distancia. Poco después del inicio de la erupción, el cielo quedó oculto en Tongatapu, y la ceniza comenzó a caer.

Todos estos signos sugieren que la gran caldera de Hunga se ha despertado. Los tsunamis son generados por ondas de choque atmosféricas y oceánicas acopladas durante una explosión, pero también son fácilmente causados por desprendimientos submarinos y colapsos de calderas.

Todavía no está claro si esto es el clímax de la erupción. Representa una importante liberación de presión de magma que puede calmar el sistema.

Sin embargo, los depósitos geológicos de las anteriores erupciones del volcán contienen una advertencia. Estas complejas secuencias muestran que cada uno de los importantes episodios de erupción de la caldera ocurridos cada 1 000 años implicó muchos eventos de explosión separados.

Por lo tanto, el volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai podría provocar una gran agitación volcánica durante varias semanas o incluso años. Por el bien del pueblo de Tonga, esperemos que no sea así. (Este artículo fue publicado originalmente en inglés.)

[Shane Cronin. Professor of Earth Sciences, University of Auckland. Fuente: The Conversation.]

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