“Las cosas son así, hermano; no hay trabajo para ti”
Diciembre, 2024
La canción de los migrantes que cubren el tránsito del campo a la ciudad se escribe día a día. Las desventuras son frecuentes y los nichos de felicidad se desvanecen. Como dice la letra de una canción de Daouda Dembélé: “No he encontrado trabajo/ No he encontrado dinero/ No he encontrado nada para comer”.
El arte siempre encuentra respiraderos para sobrevivir y, en la estela de su resistencia, teje y embona nuevas piezas que marcarán los caminos del futuro. Las verdaderas tendencias se forjan en el camino, no en las revistas para hacer propaganda del top-ten.
Lo anterior no quiere decir que el arte requiere de atmósferas sofocantes para poder realizarse. Sin embargo, mucho de lo que se produce hoy en día se compone en lugares inhóspitos, cuya miseria obliga a huir a sus habitantes.
La canción de los migrantes que cubren el tránsito del campo a la ciudad se escribe día a día. Las desventuras son frecuentes y los nichos de felicidad se desvanecen. El siguiente par de letras de canciones (extraídas del libro La música es el arma del futuro (Fifty Years of African Popular Music, Frank Tenaille, Editorial Lawrence books, Chicago, 2002), proviene de países tradicionalmente saqueados y explotados sin piedad, y quienes se deciden a provocar la aventura, suelen tener reflexiones muy duras, como las siguientes:
El aldeano (Le villageois)
Daouda Dembélé
Amigos, ¿qué puedo decir de mi vida antes de llegar aquí?
Antes me quedaba tranquilo en la aldea
Con mi mujer y mis tres hijos
Trabajaba en mi huerto con mi primo
—Mi primo— misma madre, mismo padre
Estaba tranquilo, pero dije, no
Porque cuando veía a la gente que regresaba de la capital
Con pantalones bonitos, discos bonitos y zapatos bonitos
Dije no, yo también he de ir a Abiyán
Así que dejé todos mis asuntos en la aldea
Y una madrugada subí a un gran camión camino a Abiyán
Pero, amigos, una vez en Abiyán
En un par de días no vi muy claro
Las cosas en la capital
No son como me las había imaginado
La gente sufre y la vida es dura
En Abiyán hay demasiada prisa
He dejado mi aldea, mi mujer y mis hijos
He venido a Abiyán para buscar trabajo
He dejado mi casa, he dejado mi huerto
He venido a Abiyán para buscar trabajo
Hoy, sinceramente, lo lamento
Abiyán es difícil, de verdad
Desde que llegué no he encontrado trabajo
En todas partes me dicen: “No hay vacantes”
Me gustaría volver a mi aldea
Pero me da vergüenza
porque no he ganado nada
Aunque, amigos, de verdad quisiera volver
Prefiero mi huerto
Que quedarme aquí en Abiyán en tiempos tan duros
La vida en Abiyán no es moco de pavo
Vas al mercado y no tienes medios para comprar nada
Todo es tan caro
¡50 euros por un achékpe! Y ni siquiera me llena la boca
El barindau es caro, la mandioca es cara
¡Y no hablemos del arroz!
Incluso el Kimala es caro, el barindau es caro
Amigos, voy a volver a mi aldea
Quiero quedarme tranquilamente
Con mi mujer y mis hijos
Es mucho mejor
No he encontrado trabajo
No he encontrado dinero
No he encontrado nada para comer
No he encontrado casa
Tengo un montón de problemas
Si te vas (Awa Y’Okeyi)
Papa Wemba, Lokua Kanza
Si te vas hoy
¿Quién cuidará el campo que labramos juntos?
Si te vas hoy
¿Quién cuidará la flor de nuestro amor?
¿Quién cuidará el campo?
¿Y quién cuidará al niño que trajimos al mundo?
El mundo es un vaivén
Si me quedo solo, ¿qué voy a hacer con mi corazón?
¿Qué te has llevado ahora que te has ido?