Transgresiones Sonoras

Conciertos en casa (III)


Vamos a ponerlo de esta manera: en los momentos más difíciles del ser humano —la mayor parte de la veces, me temo, provocados por el propio ser humano—, la música ha estado presente: para contar, para expresar, para emocionar, para consolar, para alegrar, para llorar, para aliviar, para reflexionar, para provocar, para animar, para calmar, para disfrutar, e, incluso, para algo tan primitivo como el sexo. Y así nos podríamos seguir…

The Chick Corea Akoustic Band

Por eso, en un momento como el actual —con una crisis sanitaria que no cede, con un nuevo virus que está transformando nuestros modos de vida—, la música puede funcionar como un bálsamo (ayudando, por ejemplo, a que este confinamiento sea más llevadero).

Así que —con la invitación a quedarse en casa unos días más—, continuamos explorando Internet y su profusa oferta que tiene de música en concierto.

Como ya es usual: es una selección ecléctica.

The Chick Corea Akoustic Band – Jazz San Javier (2018)

Es un músico fuera de serie, y ya tiene su lugar —desde hace tiempo, por cierto— en el Olimpo de los grandes músicos del jazz… ¿Dije jazz? Corrijo: de la música toda.

Es cierto: su lenguaje esencial podrá ser el jazz, pero para comunicarse Chick Corea usa todo tipo de palabras musicales, especialmente en las últimas décadas. Su extensa discografía —en la que hay desde luego discos menores, pero ninguno definitivamente malo— es la clara muestra de su genialidad.

Vamos a ponerlo de esta forma: con cada disco nuevo, con cada proyecto nuevo, este músico estadounidense nunca deja de sorprenderte. Y eso que comenzó hace más de 50 años.

Para empezar, Chick Corea —ya sea en su faceta de músico o en la de compositor— es tremendamente multidisciplinar: el espectro de su repertorio es amplísimo, contempla todas las tradiciones y tendencias, desde lo acústico a lo electrónico, desde el jazz a la clásica, desde la vanguardia a la fusión, pasando por toda la cultura latina, incluida la brasileña. Por otra parte, como instrumentista, como ejecutante, es un virtuoso: su teclado figura en todas las escuelas pianísticas.

Este concierto que compartimos ahora fue grabado en el Festival de Jazz de San Javier 2018, y muestra a Chick Corea y su Akoustic Band —nada menos que el prestigioso contrabajista John Patitucci y el espectacular baterista Dave Weckl— en plena forma; vaya: con todos sus poderes intactos.

Es cierto: el tiempo se refleja en ellos, físicamente, no obstante su música suena tan fresca y elegante como sonaba en los orígenes de la formación, en los ya lejanos inicios de los noventa del siglo pasado. Una formación que, en plena madurez, desarrolla más un concepto musical camino de la abstracción y de la síntesis, con un lenguaje muy expresivo y fluido. Definitivamente, un gozo musical en todos los sentidos.



Aretha Franklin – Live At Fillmore West (1971)

Aretha Franklin tenía 76 años cuando falleció en agosto de 2018. Aclamada como la Reina del Soul —y de hecho una de las mejores intérpretes de cualquier género musical—, con su muerte el mundo perdía a uno de sus artistas más talentosos del siglo XX.

Recordemos: en la segunda mitad de los años sesenta, Aretha revolucionó su carrera musical cuando unió a su repertorio gospel canciones seculares que trataban mucho más que solo un romance. Rolas como “Do right woman, do right man”, “Think”, “(You make me feel like) a natural woman” o “Chain of fools” definieron mucho el arquetipo femenil moderno; es decir: la mujer podía ser sensual pero también enérgica; podía sufrir, pero también era indoblegable y amorosa. De hecho cuando Aretha cantó “Respect”, aquella canción de Otis Redding que se volvió su éxito más conocido, lo hizo con un trasfondo político y social: lo hizo como una demanda por igualdad y libertad.

Sin embargo, el gospel era apenas una parte de su rango. Ella coqueteaba con la sofisticación del jazz, con la concupiscencia y el dolor del blues, con la carnalidad y ferocidad del rock, o con la delicadeza del R&B.

Concluyo: la carrera Aretha estuvo llena de una gran variedad, con momentos verdaderamente destacados; entre ellos estaba el álbum en vivo Aretha Live At Fillmore West, que contenía grabaciones de tres noches en la famosa sala de conciertos de San Francisco en marzo de 1971.

Este concierto que compartimos ahora data de aquellos días. Es vibrante y espectacular. En él, casi al final, hay un momento en el que Aretha invita al gran Ray Charles durante una emocionante interpretación de “Spirit in the dark”. Esta colaboración se da, claro, luego de clásicos como “Respect” y “Dr. Feelgood”; también Aretha muestra sus sobresalientes arreglos a éxitos como “Eleanor Rigby” de The Beatles y “Bridge over troubled water” de Simon & Garfunkel.

Ya lo dije: es vibrante y espectacular.



Javier Camarena canta a Cri-Cri [Centro Cultural Roberto Cantoral] (2016)

Hoy por hoy, el tenor mexicano Javier Camarena es ya una de las grandes figuras en el mundo de la ópera. Así que escucharlo y verlo cantar música para niños es todo un agasajo.

Eso sí: Javier no canta cualquiera cosa; no. En 2016, le dedicó un álbum a uno de los mejores compositores mexicanos: Francisco Gabilondo Soler. Sí-sí, exacto: Cri-Cri.

Conste: si digo que Francisco Gabilondo Soler fue uno de los mejores músicos y compositores de México es mero sentido común. Es sólo cuestión de escuchar sus canciones: por una parte llenas de imaginación, sí, pero también con mucho conocimiento del lenguaje y del verso. Lo mismo sucede con los múltiples trajes que las cubren: en las más de 200 canciones que compuso, Gabilondo Soler presumió conocimiento y mundo, ya que empleó varios ritmos de la época: coquetea con la polka, el tango, el corrido, la marcha, la rumba, el mambo, el cha-cha-cha, el son, el vals, el fox-trot, o el bolero…

En 2016, en una conferencia de prensa para presentar el disco Javier Camarena canta a Cri-Cri , el tenor nos dijo: “¿Por qué hacer Cri-Cri? Desde luego, esto parte primero de un gusto personal”. Pero, también, por la realidad actual: “Hoy en día es mucho más fácil ver a un niño con una tablet que ver a un niño jugando matatena o canicas… Es mucho más fácil verlos entretenidos en lo que pueden encontrar y lo que está a su disposición en Internet y otro medios… La verdad es que, actualmente, existe muy poca oferta para los niños que invite a imaginar, que invite a pensar, que invite no sólo a distraerse sino a crear, ahí, en su cabeza, esos universos y personajes que se describen tan maravillosamente en las canciones de Cri-Cri”.

Aviso: si uno espera encontrar en estas versiones la poderosa y potente voz operística de Javier, se llevará una sorpresa. Él así se lo explicó: “Como se darán cuenta, no es la voz del tenor la que está cantando las canciones de Cri-Cri. Yo tenía muy claro, desde un principio, que estaba prestando mi voz a la interpretación. Así que la interpretación que está aquí, es la que creí más justa para las canciones del compositor”.

Insisto: un delicia…

Pueden ver el concierto en la cuenta oficial de Javier Camarena de YouTube



Kiasmos – Live on KEXP (2017)

No hay duda: la trayectoria musical del islandés Ólafur Arnalds ha sido meteórica, también asombrosa, casi inaudita.

Veamos: con tan sólo 33 años y proveniente de tocar la batería en bandas de hardcore-metal, Ólafur Arnalds se ha ido ganando el respeto y reconocimiento internacional en el mundo de la música clásica contemporánea con sus trabajos como compositor de bandas sonoras —en 2012, por ejemplo, recibió el premio BAFTA por la banda sonora de la serie británica Broadchurch—, y también como productor y multiinstrumentista polifacético.

Para ir aún más lejos, en 2009 el inquieto Ólafur se unió a su compatriota y amigo Janus Rasmussen (integrante de Bloodgroup) para dar rienda suelta al preciosismo de sus composiciones, sólo que ahora desde el terreno de la música electrónica. Así nació Kiasmos.

Hoy, tras cuatro EP’s y un álbum completo, Kiasmos se ha convertido en uno de los proyectos más interesantes (y hermosos) desde la electrónica-experimental, esa que combina elementos techno minimalista, ambient, con elementos de la música clásica contemporánea.

Ritmos ligeros, composiciones inesperadas, estructuras orgánicas y sonidos experimentales, la música de Kiasmos se mueve entre la pista de baile y la sala de concierto. En un simple instante, el dúo puede pasar de sonar celestial y acogedor (incluso, melancólico) a deleitarnos con un vibrante minimal techno.

Esta apabullante sesión los muestra, de principio a fin, en toda su intensidad y belleza…



Eliades Ochoa – Desde el gran teatro de La Habana (2016)

Impresionante presentación del tresero, vocalista e integrante del famoso —y hoy ya despedido— Buena Vista Social Club; hablamos, sí, de uno de los últimos guardianes originales del son cubano.

Dice su biografía: Eliades Ochoa Bustamante nació en Santiago de Cuba en el poblado de Songo la Maya, el 22 de junio de 1946. A los seis años comienza a tocar la guitarra. Procede de una familia campesina humilde, con tradición musical. Sus padres tocaban el tres y sus hermanos aprendieron a tocarlo también mientras las hermanas cantaban.

Su estilo musical se debe a su lugar de origen, la campiña cubana, a las anécdotas que escuchaba, a los guateques campesinos y a otra serie de elementos que lo marcaron y dieron lugar al artista que es hoy en día.

En una charla de 2019 con el Chicago Tribune, Eliades señala: “Empecé en el campo rayando la guitarra y, hoy en día, lo que se ha logrado, me hace sentir más campesino, más guajiro, más sonero, más trovador. Estoy a punto de creerme que soy un artista realizado. En cualquier momento el público, mi público, me obliga a sentirme un artista bárbaro”.

Vamos a decirlo con todas sus letras: su trayectoria artística en la trova y el son hacen que Eliades Ochoa sea, ya, un clásico de la música cubana. Y este delicioso concierto es la prueba real y fidedigna. Na’más vea; na’más escuche…



Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra Xichú en el 47 Cervantino (2019)

La Secretaría de Cultura, como parte del programa #ContigoEnLaDistancia, ha publicado en su canal de YouTube el concierto de Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra Xichú en el 47 Festival Internacional Cervantino (en 2019). Se trata del regreso del músico y repentista a los escenarios cervantinos, luego de haber sido censurado hace una década.

Recordemos: don Guillermo y los Leones llevaban 16 años ininterrumpidos participando en el festival, hasta que dejaron de recibir las invitaciones por parte del Instituto Estatal de Cultura en 2008 (con Felipe Calderón como presidente, y con el panista Juan Manuel Oliva como gobernador del Estado). Don Guillermo acusó censura. Lidia Camacho, en ese momento la directora del festival, y Juan Alcocer Flores, entonces director del Instituto Estatal de Cultura, lo negaron. Pero don Guillermo, ante los medios de comunicación, nunca se desdijo. Al contrario: insistió en ello.

En fin: conocido representante del huapango arribeño, don Guillermo Velázquez es uno de los más grandes artistas que ha dado este país. Un tesoro nacional. De verdad:

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