Marzo, 2025
El año 2024 fue el más cálido desde que existen registros. Por primera vez, la temperatura media global superó los 1,5 °C respecto a la era preindustrial, según un informe de la Organización Meteorológica Mundial, que documenta la espiral de consecuencias de los eventos meteorológicos y climáticos.
Los signos inequívocos del cambio climático antropógeno batieron todos los récords en 2024, y algunas de sus consecuencias serán irreversibles durante siglos o incluso milenios, advierte un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En la publicación, que vio la luz esta semana, también se pone de relieve las desmedidas perturbaciones económicas y sociales fruto de las condiciones meteorológicas extremas.
El documento señala que 2024 fue, probablemente, el primer año natural en superar en más de 1,5 °C el valor de referencia de la era preindustrial, dado que la temperatura media mundial cerca la superficie estuvo 1,55 ± 0,13 °C por encima de la media del período 1850-1900. Se trata del año más cálido desde que empezaron a registrarse los valores de temperatura hace 175 años.
Aún es posible limitar el aumento de la temperatura mundial
“Las señales de socorro de nuestro planeta se multiplican, pero en este informe se demuestra que aún es posible limitar el aumento de la temperatura mundial a largo plazo a 1,5 grados Celsius”, advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres.
El informe señala que la concentración atmosférica de dióxido de carbono (CO2) ha alcanzado los niveles más altos en 800.000 años y que los últimos diez años han sido los más cálidos registrados. Además, la pérdida de masa glaciar de los últimos tres años es la mayor desde que existen mediciones.
“Sobrepasar en un año concreto el umbral de calentamiento de 1,5 °C no supone que sea imposible alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, pero es una llamada de atención sobre los crecientes riesgos para nuestras vidas, economías y el planeta”, indicó la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.

Un equipo de la OMM formado por expertos de todo el mundo está estudiando la cuestión en profundidad para garantizar un seguimiento coherente y fiable de la evolución a largo plazo de la temperatura mundial, en consonancia con la labor del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Cada fracción de grado de calentamiento es importante y multiplica los riesgos y los costos para la sociedad, advierte el organismo mundial. Las temperaturas mundiales sin precedentes observadas en 2023, y cuyos valores se superaron en 2024, se debieron principalmente al aumento continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero, combinado con la transición de un episodio de La Niña (que ejerce un efecto de enfriamiento) a un episodio de El Niño (que ejerce un efecto de calentamiento). Tal y como se apunta en el informe, otros factores pueden haber contribuido a los inesperados e inusuales incrementos bruscos de la temperatura, como cambios en el ciclo solar, una erupción volcánica masiva y una disminución de los aerosoles que ayudan a enfriar la atmósfera.
Nuestros océanos siguen calentándose
El 90 % del exceso de calor del planeta se acumula en los océanos, y 2024 marcó el nivel más alto de contenido calorífico oceánico en 65 años de mediciones. En los últimos ocho años, este indicador ha batido récords consecutivos.
Celeste Saulo ha sido contundente: “Los datos de 2024 muestran que nuestros océanos siguieron calentándose y el nivel del mar siguió subiendo. La criosfera —es decir, las partes congeladas de la superficie terrestre— se está derritiendo a un ritmo alarmante: los glaciares no dejan de retroceder y el hielo marino de la Antártida alcanzó su segunda extensión más baja jamás registrada. Entretanto, las condiciones meteorológicas extremas siguen teniendo consecuencias devastadoras en todo el mundo”.
Fenómenos extremos y sus efectos
Los fenómenos meteorológicos extremos registrados en 2024 provocaron el mayor número anual de desplazados desde 2008. Además de la destrucción de viviendas e infraestructuras, estos eventos agravaron crisis alimentarias en 18 países, debido a la combinación de sequías, conflictos y el alza de los precios de los alimentos. Entre los desastres más graves del año se encuentran el tifón Yagi en el sudeste asiático, los huracanes Helene y Milton en EE. UU., y el ciclón Chido en el océano Índico, que causaron cientos de víctimas y pérdidas económicas millonarias.
El informe de la OMM subraya la necesidad de inversiones en sistemas de alerta temprana y energías renovables para mitigar el impacto del cambio climático. La publicación, que forma parte de una serie de informes científicos de la OMM cuyo objetivo es fundamentar los procesos decisorios, se ha presentado en la semana del Día Meteorológico Mundial (23 de marzo), el Día Mundial del Agua (22 de marzo) y el Día Mundial de los Glaciares (21 de marzo).