Diciembre, 2025
Con 2025 llegando a su fin, ha llegado también el momento de evaluar la cosecha de películas que vimos durante el año. Al igual que en 2023 y 2024, nuestro amigo y colaborador Alberto Lima —crítico de cine y autor de la columna ‘La Mirada Invisible’— nos ha enviado su lista de las 10 mejores películas (estrenadas comercialmente) en México durante 2025. Más allá de las cifras que podrían decir lo contrario —en términos económicos—, artística y creativamente 2025 fue un buen año para el cine. A la par de las secuelas “seguras”, los reinicios y las marcas ya conocidas, autores legendarios mantuvieron sus rachas prolíficas o hicieron un regreso brillante a la gran pantalla. A ellos se unieron nuevas y audaces voces con obras atrevidas, arriesgadas, personales, algunas increíblemente imaginativas y singulares.
10.
El esquema fenicio (The Phoenician Scheme)
De Wes Anderson. Estados Unidos, Alemania.

Impecable, festivo y, para no variar, también decididamente juvenil, el nuevo largometraje inventado por Wes Anderson se centra en un millonario apátrida (Benicio del Toro) que, por rivalidades acaecidas en cuestiones de negocios, anda a salto de mata entre salvar el pellejo y, basado en un esquema fenicio, reunir y convencer a los socios necesarios para cubrir un déficit. Con su insustituible estilo del filmar en cuadrado (de frente y de lado), Anderson acomete una divertida y prolija cinta de aventuras, persecuciones y todo un tropel de personajes alrededor de una anécdota que, si bien sencilla, es a través de la mirada lúdica de su director que la hace deleitosa.
9.
Una batalla tras otra (One Battle After Another)
De Paul Thomas Anderson. Estados Unidos.

Combativo, instigador, mordaz (o incómodo, para aquellas posturas políticas de corte conservador) son algunos de los conceptos con los que se puede calificar la película de Paul Thomas Anderson, aunque lo más relevante de ello es que ninguno de éstos fue o ha sido afín a su filmografía previa. Emulando con sigilo los riesgos temáticos ya planteados previamente por el avezado cineasta afroamericano Spike Lee, y retomando apenas una porción mínima del argumento de la novela Vineland, de Thomas Pynchon, la cinta gira en torno a la lucha por dar visibilidad a las minorías asentadas en los Estados Unidos —en particular las comunidades afroamericanas y latinas— que se da actualmente allá. Edición frenética, Sean Penn colosal y un acopio de imágenes soberbias dan como resultado un filme cuya factura impoluta obliga a elegir una posición política, quiéralo o no.
8.
La vida de Chuck (The Life of Chuck)
De Mike Flanagan. Estados Unidos.

De la fértil imaginería del escritor Stephen King, he aquí una película bienintencionada, cuya premisa fundamental estriba en reflexionar sin ripios acerca de la fragilidad y fugacidad de la vida. Con tres historias breves que se entrelazan en el Medio Oeste de los Estados Unidos, la proximidad del fin del Universo, el poema Canto a mí mismo de Walt Whitman y una habitación que revela cuándo y cómo morirá todo aquel que la visite, o bien alguien cercano a éste, el cineasta Mike Flanagan continúa haciendo filmes atractivos e inteligentes a partir de la literatura de King, luego de la estupenda Doctor Sueño (2019).
7.
Mickey 17
De Bong Joon-ho. Estados Unidos, Corea del Sur.

Simpática pero cruel cinta de ciencia ficción, basada en la novela homónima del estadounidense Edward Ashton, detalla con humor la prescindible vida de un pobre diablo llamado Mickey Barnes (Robert Pattinson), cuyo cuerpo y mente serán utilizados como experimentos para todo tipo de pruebas médicas, biológicas o de exploración en el planeta Niflheim, año 2054, acumulando así muerte tras muerte y, por ende, la sucesión de una nueva versión de Mickey será creada hasta llegar a la número 17. Sin bien no es lo mejor de Joon-ho, su octavo largometraje destaca no nada más por el apabullante diseño de producción y su estilo fílmico siempre afable y ameno, sino porque además avista un futuro, quizá no muy lejano, donde exista y se estandarice un tipo de trabajo-carne de cañón donde el cuerpo y el espíritu terminen siendo material perfectamente reciclable.
6.
Parthenope
De Paolo Sorrentino. Italia, Francia.

Una muy bella manera de rendir honores y ofrendar amor a su ciudad natal, Nápoles, es el telón de fondo empleado por Paolo Sorrentino para actualizar el mito de la diosa fundadora de la ciudad Parthenope, a través de las vivencias de la joven y bella Parthenope (Celeste Dalla Porta). Con un cúmulo de poderosas e inolvidables imágenes que, como de costumbre, ofrece el cine de Sorrentino —esta vez menos excedido y más lírico—, es la belleza femenina, con toda su carga sensual y poética a cuestas, lo que predomina en este hermoso filme.
5.
Mente maestra (The Mastermind)
De Kelly Reichardt. Estados Unidos.

Extraño y nostálgico antithriller de título sarcástico, presenta la increíble y triste historia de un cándido varón, desertor de la escuela de arte, esposo, padre de familia y bueno para nada James Mooney (Josh O’Connor), cuya endeble estabilidad familiar se desmorona una vez que el robo —planeado por el propio James— de cuatro pinturas del autor estadounidense y precursor del expresionismo abstracto Arthur Dove devenga en una cadena de desgracias para él, hasta convertirlo en paria social. Con un ritmo audazmente contemplativo, a la par de una pista sonora cimentada en el jazz compuesto por el trompetista Rob Mazurek, la cinta es una crítica y acre mirada femenina contra la figura cada vez más deteriorada de un macho nada proveedor, nada infalible y nada superpoderoso, de fragilidad pasmosa en donde los convulsos años setentas, en plena guerra de Vietnam, literalmente lo arrollan.
4.
Mátate, amor (Die My Love)
De Lynne Ramsay. Estados Unidos, Reino Unido.

Maníaco drama psicológico, explora los entresijos y las secuelas emocionales de la depresión postparto. Con una Jennifer Lawrence en una actuación extraordinaria, limítrofe y eróticamente demencial, la cinta hace gala de un montaje desenfrenado para presentar del mejor modo posible una disección sin miramientos, llevada al extremis, acerca de la fragilidad femenina cuando ésta, de la noche a la mañana, deja de ser creadora y es arrojada al vacío existencial sin una red de protección capaz de garantizar que su nuevo rol social, el de la maternidad, no termine hecho trizas en el fondo del abismo.
3.
Nueva Ola francesa (Nouvelle Vague)
De Richard Linklater. Francia, Estados Unidos.

Monumental y audaz homenaje al decisivo movimiento cinematográfico denominado como la Nueva Ola francesa, recrea en específico los días previos y los veinte posteriores que duró el rodaje de la cinta fundamental para el cine contemporáneo como lo es Sin aliento (1960), enfatizando el genio desatado e inasible de su director Jean-Luc Godard. Valiéndose de una cautivadora y soberbia fotografía en blanco y negro, y cámara en la mano, de inmediato nos sitúan en el París vibrante de finales de la década del cincuenta y principios del sesenta, para destacar así a toda esa pléyade de excelsos cineastas galos (Truffaut, Chabrol, Melville, Rohmer, Bresson…) que coincidieron en aquella época, para que sesenta y tantos después sea un cineasta estadounidense quien termine dando un machetazo al caballo de espadas, mientras a los cinerrealizadores franceses actuales no les quede otra más que decirse: “casa del herrero, cuchillo de palo”.
2.
Anora
De Sean Baker. Estados Unidos.

Comedia jocosa y cruel que, de manera aparentemente ingenua, da cuenta de un romance desigual entre una joven y bella prostituta de ascendencia rusa y un joven despilfarrador hijo de millonarios, también rusos, en el Nueva York contemporáneo. Pícara, irreverente y mordaz, la película es toda para Mikey Madison y comprueba porqué ganó el Oscar como mejor actriz, aunque a final de cuentas, una vez que la mascarada de una vida resuelta y opulenta se esfume, y la carroza termine por volverse de nuevo calabaza, nada más quedará el resabio acedo de que no todos los cuentos de hadas terminan con final feliz, pese a que a lo largo del filme ocurran muchos.
1.
El brutalista (The Brutalist)
De Brady Corbet. Estados Unidos, Reino Unido, Canadá.

Falsa biopic que relata el arribo a Estados Unidos de un brillante arquitecto húngaro, egresado de la célebre escuela de diseño alemana Bauhaus, llamado László Toth (Adrien Brody), quien intentará vivir el sueño americano tras la conclusión de la Segunda Guerra Mundial. Sobresaliente biografía imaginaria que es a la vez un refinado y magnífico homenaje a la corriente brutalista en arquitectura, procurando un estilo formal y cuidado por parte del director Corbet, para revelar entonces todas las vicisitudes económicas, sociales y morales que debe atravesar y padecer el artista para aspirar a lograr un sitio en el jardín consagratorio del Arte. ![]()




