Mayo, 2023
Aunque el comportamiento de don Goyo —como también se le conoce al Popocatépetl— ha sido intenso en los días recientes, los expertos pone calma y explica qué tan peligroso es el estado actual: “Es algo pequeño”, dicen. De hecho, las emisiones continuarán en los próximos meses; por ello, señalan los especialistas, es necesario mantener medidas de prevención para proteger la salud. Y también hacer caso omiso de rumores o noticias falsas.
Las emisiones intensas de ceniza del Popocatépetl continuarán durante los próximos meses, por lo que en junio y julio podrían llegar a la Ciudad de México (CdMx). El aviso lo han hecho los integrantes del Comité Científico Asesor del volcán, conformado por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Luego de las recientes emisiones de ceniza, gas y magma, que llevaron al Cenapred a cambiar el semáforo de alerta de Amarillo fase 2 a Amarillo fase 3, el Comité ha advertido de la necesidad de llevar a cabo algunas medidas de precaución para proteger la salud. Lo ha dicho, no sin antes aclarar que el comportamiento de don Goyo no ha sido muy distinto al que ha presentado en los últimos 27 años.
Los efectos volcánicos también han sido benéficos
En conferencia de prensa a distancia —realizada hace unos días—, Robin Campion, del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, ha sido claro: la actividad sigue en aumento; sin embargo —ha puntualizado— aún no se alcanzan los niveles de emisión registrados entre 2012 y 2013.
El investigador ha comentado que el magma actual arrojado por el volcán es juvenil, lo que implica que es “muy caliente, rico en gases. Esto es lo que genera la actividad de ahora, la fragmentación, la producción de ceniza y erupción”.
A su vez, Servando de la Cruz Reyna, investigador emérito del IGf, ha rememorado que éste no es el primero ni será el último evento eruptivo de don Goyo. De 1996 a la fecha se han observado 86 domos que crecen en la boca del volcán y se destruyen con explosiones; los datos que se tienen hasta el momento no indican que la actividad sea diferente a lo que se ha visto en los últimos 27 años.
“Ha tenido toda una variedad de erupciones, lo interesante es concebirlo como una especie de máquina que acumula energía, libera una buena parte de ella y empieza otra vez en una especie de ciclo a lo largo del tiempo”, ha precisado el investigador del Departamento de Vulcanología.
Por su parte, Carlos Valdés González, investigador del IGf, ha recordado que en el país se han identificado más de 2,000 volcanes, 48 activos o potencialmente activos, y que cerca del 60 % de la población vive sobre suelos que recibieron en el pasado sus efectos, ya que se trata de terrenos sumamente fértiles.
“Hay que ver a los volcanes no sólo como un elemento que causa daños y preocupación —ha destacado el experto en riesgos—. Con el Popocatépetl, toda la zona de Puebla es una región muy fértil, porque ha recibido del volcán material para los suelos; además, la altura del coloso ocasiona que las nubes cálidas y húmedas se mezclen con las partes frías, se condensen y haya lluvia; así, el acuífero de Puebla se debe también al volcán”.
“Lo que estamos viendo, en términos geológicos, es algo pequeño”
Por lo pronto, ya se han implementado las medidas de protección para la población que requiera usar albergues, especialmente en las comunidades más vulnerables, ha dicho Carlos Gutiérrez Martínez, director de investigación del Cenapred. También, se seguirán emitiendo las alertas pertinentes para los sistemas de navegación aérea que lo requieran.
“El volcán tiene una edad de al menos medio millón de años y a lo largo de esta historia ha habido episodios con manifestaciones mucho más acentuadas que lo que estamos observando. Sin minimizar el periodo actual, lo que estamos viendo en términos geológicos es algo pequeño”, ha puntualizado.
Algo similar es lo que ha apuntado Julie Roberge, investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN): la actividad que registra el volcán Popocatépetl representa un hecho normal, ya que se ubica en el Eje Neovolcánico, por lo que la población no debe alarmarse.
La doctora, cuyo campo de estudio se enfoca a la actividad de los volcanes, en especial al Popocatépetl, ha explicado (en un comunicado) que los eventos que se están presentando son similares a los de 2012, 2013, 2016 y 2019. De hecho, aún no se ha registrado una actividad mayor como la ocurrida en el periodo 2001-2002, cuando sí provocó daños menores en las poblaciones aledañas.
Ceniza podría llegar a la CdMx en junio y julio
Aunque la Ciudad de México no se encuentra en peligro por su lejanía con la estructura geológica —han enfatizado los expertos—, los habitantes de la zona conurbada deben implementar algunas medidas de prevención que garanticen su salud ante la posible caída de ceniza en las próximas semanas.
Como ha recordado Ana Lillian Martin Del Pozzo, investigadora del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica: “Estamos en una época del año, junio y julio, en la que los vientos se dirigen hacia la Ciudad de México, así que es necesario tener cuidado con ella. La ceniza es un material abrasivo, un silicato que tiene potasio, sodio, calcio, hierro, magnesio, entre otros elementos; es decir, muchos minerales y diferentes componentes que nos pueden irritar la piel, los ojos, incluso, gente en Metepec habla de que la cabeza le ardía”.
Eso sí: la ceniza del Popo no siempre es igual, “en ocasiones tiene materiales más finos o gruesos —ha recalcado la especialista—. Los primeros pueden hacer daño a los ojos y a la nariz, entran a las vías respiratorias y a veces llegan a la parte más profunda de los pulmones y a otros órganos”.
Carlos Valdés González lo ha ejemplificado de esta forma: la ceniza no es como el polvo que se genera después de quemar un papel, sino como la roca pulverizada que resultaría de golpear una piedra con un martillo.
“Una de las cosas que se está viendo es que el Popocatépetl también emite gas en conjunto con la ceniza y, a veces, se forman pequeñas vesículas en ella. En éstas se acumula un poco de gas, por eso cuando cae la ceniza en recipientes con agua, el gas se disuelve y pasa al líquido. Algunos de estos elementos, como el flúor, en bajas cantidades no ocasionan nada, pero hay que protegerse de cantidades más altas”, ha explicado.
¿Extrañaban el cubrebocas? Expertos recomiendan ahora usarlo
En ese sentido, Ana Lilian Martin del Pozzo ha sido puntual: “No queremos que nadie se enferme, y apostamos más por una cultura de prevención”.
Varias han sido las recomendaciones que ha hecho los expertos.
En primer lugar, hacer caso omiso de rumores o noticias falsas, e informarse a través de fuentes confiables y certeras.
Para los habitantes de la Ciudad de México y la zona conurbada, es importante seguir las indicaciones de las autoridades en cuanto al viento y la dirección en que sople.
En días de posible caída de ceniza, la recomendación es, de ser posible, no salir de casa ni realizar actividades al aire libre. Los adultos mayores y los niños son los más vulnerables, por lo cual deben procurar no salir al exterior.
De salir a la calle, los expertos recomiendan el uso del cubrebocas, sombrero y lentes que cubran bien los ojos; de sentir irritación en ellos, lo aconsejable es no tallarse con la mano sino usar un líquido (agua natural o gotas para limpiarlos).
Asimismo, evitar que la ceniza se acumule en azoteas, techos y patios. Para ello, la recomendación es barrerla.
También evitar, dentro de lo posible, rociar agua sobre el material volcánico, ya que debido a sus características podría formar una masa que tape u obstruya drenajes, tuberías o coladeras.
Otro punto relevante es tapar contenedores de agua, puertas y ventanas.
Y para los automovilistas, una recomendación: no activar los limpiaparabrisas de los autos. Como explica Carlos Valdés: “Si ponemos a funcionar el parabrisas y echamos agua, haremos una pasta que literalmente embarrará el cristal. Además, el auto tiene filtros de los que sale el aire que se utiliza para la combustión y éstos se van llenando de ceniza; este polvo abrasivo también puede deteriorar otras partes, como las ruedas o el sistema de frenado, si no lo quitamos”.
Para quienes viven cerca de don Goyo, los investigadores sugirieron no caminar cerca de laderas, especialmente cuando llueve porque suelen formarse lahares, que son corrientes de agua con una gran cantidad de ceniza, que arrastra muchas cosas a su paso y puede ser peligroso para la población. (Con información de la DGCS-UNAM).
Actualizaciones
Desde su perfil de Twitter, la Coordinación Nacional de Protección Civil (@CNPC_MX) ha informado el viernes 26 de mayo lo siguiente:
“El Comité Científico Asesor del Volcán Popocatépetl, después de analizar los videos e imagen obtenidos el día de ayer (25 de mayo) tras el sobrevuelo del dron de @SEMAR_mx, hace de conocimiento que:
▪ No se observó la presencia de un domo de lava.
▪ El cráter principal se ha rellenado significativamente por el material magmático fragmentado emitido.
▪ La actividad durante los 3 días pasados ha consistido en la emisión de cenizas y fragmentos incandescentes asociada al registro de tremor de duración y amplitud fluctuante.
▪ El escenario más probable a corto plazo es que continúe una actividad similar a la presentada recientemente, caracterizada por la ocurrencia de tremor de alta frecuencia y amplitud variable; algunas explosiones de tamaño menor a moderado y ocasionalmente grandes.
▪ También se puede esperar emisiones de ceniza que posiblemente alcancen poblaciones más lejanas de lo ya observado, así como expulsión de fragmentos incandescentes dentro del radio de exclusión de 12 kilómetros.
▪ El semáforo de alerta volcánica permanece en Amarillo fase 3.