Olímpicas
Talla gigantesca
El asesino serial por fin cometió el error de dejar, en un grave descuido, una de sus botas en el sitio donde cometiera el homicidio: el número rebasaba los setenta centímetros, de manera que aprehendieron, con premura, al basquetbolista estrella de la recién finalizada Olimpiada.
No había ninguna duda de su culpabilidad.
