
Olímpicas
Gimnasia y magnesia
El público supo, desde que lo vio entrar, que había confundido la gimnasia con la magnesia al mirarlo con elegante sombrero, pantalón abombado y botas negras largas subir, con solemne distinción, al caballo con arzones: ¡la equitación se llevaba a cabo en otro recinto olímpico!