Febrero, 2025
Creador, en 1977, de aquella fina banda británica denominada Dire Straits, el guitarrista Mark Knopfler, quien el pasado 12 de agosto cumplió 75 años de edad, ha seguido por su cuenta un deslumbrante camino solitario. El músico continúa elaborando álbumes de cuantiosa calidad sonora. Sin embargo, debido a las nuevas tecnologías también ha suspendido sus trabajos discográficos. Pierde la música, aunque las visiones contemporáneas lo aprecian de otro modo: una sola canción en línea es suficiente para contentar a las nuevas masas, cosa que está haciendo ya, por ejemplo, Bob Dylan. Presentamos un cancionero de Mark Knopfler de su disco Down the road wherever vertido al español por la poeta Lillian van den Broeck.
Imitación pálida (Pale imitation)
Una vez regresé y me quedé en la calle donde solía vivir.
Me levanté por la mañana,
me puse las botas y crucé la calle.
Me paré frente a nuestra casa
y regresé a mis tiempos del triciclo.
Al final de la terraza miré hacia el callejón.
Y ahí estaba él: un pequeño niño rubio
con un palo en las manos mirándome fijamente.
Y si él no era yo entonces, Dios mío, era igual como yo solía ser.
Nos miramos el uno al otro,
pero él me miró fijamente y yo miré para otro lado.
Después de un momento, cuando volteé de nuevo, se había ido.
Creo que nunca me convertí ni en la mitad del hombre
que solía ser.
El capitán guerrero,
el valiente pirata rey del mar,
nadie me mata como yo lo hago.
O eso es lo que me dicen,
pero soy una imitación pálida.
Guardo mi secreto a salvo conmigo.
El hijo de nadie (Nobody’s child)
El chico andrajoso que nadie quería
lo dejaron solo para vagar sin rumbo.
Hace mucho tiempo fue abandonado.
El hijo de nadie.
Nunca sonríe y nunca habla.
Nunca riñe o se queja.
Se hizo tan duro como las sierras
y las llanuras del oeste.
Aprendió a agitar una botella rota.
Aprendió a usar los puños y el cuchillo en los bares y burdeles de su vida.
Se dirigió hacia las fronteras.
El cielo estaba oscuro, pero no llovía.
Llegaron los pistoleros más despiadados a las llanuras del oeste.
Se metió con esos forajidos.
Ladrones y asesinos cada uno de ellos.
Las recompensas que cuelgan de sus sillas de montar.
Con sus pistolas.
El chico andrajoso que nadie quería,
abandonado para vagar solo sin rumbo,
ahora cabalga junto al Diablo.
El hijo de nadie.

Una canción a la vez (One song at a time)
Mi silbido bajo los arcos
todavía resuena su eco en la calle.
De regreso a los días de Deptford.
Las noches en el arroyo.
Notas tan grandes como los barcos de río
aún resuenan en los clubes
con los silbatos de los trenes
en los viejos callejones traseros
y en los faroles de los bares de las esquinas.
En un salón forrado de espejos
hay un hombre en el bar.
Te recuerda a alguien.
Te dice sé quién eres.
Tiene razón, sé que yo podría ser él.
Pero de todos modos, ¿quién es quién?
Podrías estar viendo
lo que él está mirando
y te está mirando a ti.
Saldré de este lugar
y en el camino, donde quiera que sea,
le podría ocurrir a cualquiera, etcétera.
Te veré luego, pero estamos en 1979
y estoy intentando salir de aquí.
Una canción a la vez.
Los puertos de saqueo y esclavitud
solían apestar hasta al Paraíso en las alturas.
Compañeros de honor
siempre escaseaban.
Las naves de Bristol y las de Liverpool
en cada marea llegaban.
Los tiempos pueden haber cambiado, amigo mío,
pero algunas personas nunca cambian.
Yo estaré fuera de este lugar
y en el camino, donde quiera que sea,
por la gracia, etcétera.
Te veré más tarde, pero estamos en 1979.
Y estoy decidiendo la forma de salir de aquí.
Una canción a la vez.
Un magnate sonriente saluda a la multitud
en el muelle de ejecución.
Todos vienen a ver a tres amotinados
que desconectarán a las doce en punto.
El picapleitos se sienta en primera fila
mientras los traen de la cárcel.
Y veinte mil entradas
se han vendido en la venta especial
Así que si necesitas contactarme
puedes dejar un mensaje en El Cerdo.
No tengo ningún deseo de quedarme
para ver esa sacudida de Newgate
o cualquier otro pobre farsante
tratando de bailar con mis viejos zapatos.
Estaré sobre el océano
con el blues del transatlántico.
Cielo y agua (Sky and water)
Sólo hay cielo y agua
hasta donde podemos ver.
Anoche llegaste en un sueño.
Querido corazón, me hablaste.
Sólo hay cielo y agua.
Cuando soltamos al capitán
cortamos todos los lazos con el hogar.
Señor, cortamos todos los lazos con el hogar.
Dejamos que el tirano se alejara
en uno de sus propios barcos.
No sé por qué detuve a los muchachos
en lugar de ir tras su cuello.
Cada mano maldijo el día
apuntándose para el viaje.
Y todas las manos sabían
que esa no era la forma de dirigir una nave.
Señor, no era la forma de dirigir una nave
Que se vaya su alma amargada.
Y ahora tenemos el calabozo vacío.
Es seguro que no estaremos navegando a casa
para bailar la danza del cáñamo.
Sólo hay cielo y agua.
Dormimos y soñamos con la tierra,
pero libres de las cadenas de hierro.
Y la mano de hierro del capitán.
Señor, la mano de hierro del capitán
me ató a una reja
para enterrar las nueve garras del gato.
Y ahora tengo fiebre.
Pero no pienso en eso.
Estoy en lo alto del agua.
Duermo y sueño con la tierra,
libre de las cadenas de hierro.
Y la mano de hierro del capitán.
Señor, la mano de hierro del capitán.
Hacer algo (Heavy-up)
Tu ensombrecida mandíbula suelta es nuestra pérdida:
nos condena a tu opinión.
¿A quién le importa un bledo
con qué te gusta relajarte?
¿Y por qué debería alegrarme por ti
si no puedes hacer algo por mí?
¿Por qué debería hacerlo?
Gruñes y echas raíces en tu pedazo de tierra.
A la deriva de la vergüenza y sordo ante el sonido,
¿cuánto valen realmente tus elogios?
Más o menos lo mismo que tus pulgares que señalan hacia abajo.
¿Y por qué debería alegrarme por ti
si no puedes hacer algo por mí?
¿Por qué debería hacerlo?
Haz algo, haz algo por mí.
Ríndete conmigo.
O haz algo, algo por mí.
¿Qué se necesitaría para hacer que lo sientas?
Me encantaría tanto que lo hicieras.
No lo harás, por supuesto, pero serás escuchado.
¡Ah, pero al menos un hombre puede soñar!
Me temo que, por desgracia, creerás que la mierda es un helado.
¿Y por qué debería alegrarte
si no puedes hacer algo por mí?
¿Por qué debería hacerlo?
¿Por qué debería hacerlo?