Junio, 2024
Este coloso, denominado Lokiceratops rangiformis, medía unos 6,7 metros de largo y pesaba cerca de 5 toneladas. Pertenece a los ceratópsidos, un grupo que evolucionó hace unos 92 millones de años, y es una de las especies con cornamenta más grande y ornamentada jamás encontrada.
A pocos kilómetros de la frontera de Estados Unidos y Canadá se encuentra la Formación Judith River, al norte de Montana. En este lugar se han hallado los restos fósiles de un dinosaurio —un cráneo y un esqueleto parcial— que acaba de ser identificado como una nueva especie: Lokiceratops rangiformis.
Este animal contaba con dos enormes cuernos en forma de cuchillas en su parte posterior y a ello debe su nombre, que significa: “La cara con cuernos de Loki que parece un caribú”. Se trata del cuarto centrosaurino y el quinto dinosaurio con cuernos en general, identificado en este lugar.
El hallazgo, que publica la revista Peerj, ha sido posible gracias al trabajo de un grupo de científicos liderado por el Museo de Historia Natural de Utah (EE. UU.). Lo curioso de este ejemplar es que se trata de uno de los dinosaurios herbívoros con cuernos más grandes y ornamentados jamás encontrados.
“Cada uno de los animales en el ecosistema de la Formación Judith River en Montana tenía un patrón diferente de adornos en la nariz, encima de los ojos y a lo largo de la parte posterior de su escudo cefálico. Creemos que estos adornos se utilizan para atraer a las parejas y para intimidar a los rivales de la misma especie”, nos dice Mark Loewen, paleontólogo del museo y coautor principal de la investigación.
El gigante, que medía aproximadamente 6,7 metros de largo y pesaba alrededor de 5 toneladas, es miembro de los ceratópsidos, un grupo que evolucionó hace unos 92 millones de años durante el Cretácico Superior, y que se diversificó y sobrevivió hasta el final de la era de los dinosaurios.
“Los adornos en los cráneos de los ceratopsios son la forma principal en que actualmente podemos distinguir a las especies. Al igual que los pájaros y mamíferos ornamentados como los antílopes, estos ornamentos probablemente se utilizaban para exhibición”, nos explica por su parte Joseph Sertich, codirector del estudio y paleontólogo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y la Universidad Estatal de Colorado (EE. UU.).
Al igual que otros dinosaurios ceratopsios herbívoros, Lokiceratops tenía una boca con más de 200 dientes afilados para cortar la vegetación, incluidas las ramas pequeñas.
Llanura costera subtropical
Lokiceratops rangiformis apareció al menos 12 millones de años antes que su famoso primo Triceratops y fue el dinosaurio con cuernos más grande de su época, como confirma este estudio.
Hace más de 78 millones de años, Lokiceratops habitaba los pantanos y llanuras aluviales a lo largo de la costa oriental de Laramidia. Este continente insular representa lo que hoy es la parte occidental de América del Norte, creada cuando una gran vía marítima dividió el continente hace unos 100 millones de años. Desde entonces, la formación de montañas y los cambios dramáticos en el clima y el nivel del mar han alterado el mundo invernadero de Laramidia donde prosperaron Lokiceratops y otros dinosaurios.
Restos de más dinosaurios encontrados en las mismas capas que Lokiceratops incluyen a los dinosaurios ceratópsidos Judiceratops, Albertaceratops, Medusaceratops y Wendiceratops, y el dinosaurio ‘pico de pato’ Probrachylophosaurus. Probablemente, eran cazados por un tiranosaurio similar al Thanatotheristes.
“Aún no sabemos exactamente qué tiranosaurio vivió con estas especies, se necesitan encontrar más fósiles. En ese momento, el invernadero global extendía los ecosistemas tropicales y subtropicales mucho más al norte de lo que están hoy en día”, destaca Sertich.
Según Loewen, “Lokiceratops vivía en una zona costera subtropical cubierta de bosques, pequeños lagos y pantanos a lo largo de la costa este de Laramidia, la masa de tierra insular del oeste de América del Norte”, continúa Loewen.
Una familia con una diversidad subestimada
El análisis de los restos sugiere que esta familia de dinosaurios cornudos experimentó una rápida evolución y vivió en áreas geográficas relativamente pequeñas a lo largo de la masa continental de la isla de Laramidia.
El alto endemismo observado en los centrosaurinos implica que la diversidad de los dinosaurios está actualmente subestimada y no es directamente comparable a los grandes rangos geográficos (históricos) que se observan en la mayoría de los grandes mamíferos en la actualidad.
“No esperaríamos ir al Serengeti y encontrar cinco especies de elefantes viviendo juntas, y estos animales son del mismo tamaño. La única forma de sostener este nivel de hiperdiversidad es porque están separados por preferencias de apareamiento y comportamientos de cortejo similares a algunos pájaros y peces de hoy en día”, explica Loewen.
Para Sertich, esta altísima riqueza muestra una rápida diversificación o especiación e indica que estos ecosistemas de Laramidia podrían soportar faunas de dinosaurios muy diversas. “Esta evolución probablemente esté vinculada a cambios climáticos en un paisaje dinámico. También sugiere que hay muchos dinosaurios esperando ser descubiertos”, apunta.
Anteriormente, los paleontólogos pensaban que podían coexistir como máximo dos especies de dinosaurios con cuernos en el mismo lugar y en el mismo momento, pero los dinosaurios cornudos fueron más diversos de lo que se pensaba.
Los científicos han discutido sobre los patrones de evolución dentro del grupo de los dinosaurios cornudos a lo largo de los años. “Ahora reconocemos más de 30 especies de centrosaurinos dentro del grupo mayor de dinosaurios cornudos, y cada año se describen más”, apunta Andrew Farke, del Museo de Paleontología Raymond M. Alf (EE. UU.).
Muchos grupos de dinosaurios tenían grandes rangos geográficos. Los centrosaurinos no parecen tenerlos, lo que resultó en un mayor nivel de diversidad. “Al mismo tiempo, si se están especiando debido a la selección sexual, cada región puede soportar más especies de animales que funcionalmente están comiendo y viviendo de la misma manera, similar a los peces cíclidos en algunos lagos del valle del Rift”, afirma el investigador del Museo de Historia Natural de Utah.
En yacimientos de edad similar de otros lugares se han encontrado otros dinosaurios no relacionados. Esto sugiere que eran endémicos de sólo una parte de Laramidia.