Suceso impensado

Cuando contó a sus amigas la noche extraña en que un policía, conduciendo una motocicleta, la obligó a orillarse con el único motivo de pasarle, por la ventanilla semiabierta de la bella mujer, su nombre con el número de su celular para que ella se comunicara lo antes posible con el patrullero, se negaron a creer en tal suceso… sólo porque a ellas nunca les había ocurrido semejante, y dichoso, percance.