Los sonidos de Iberoamérica (I)
He aquí la primera lista de reproducción (de tres) dedicada a la música iberoamericana. Serán más de 700 canciones, provenientes de casi el mismo número de artistas. Y sí, habrá un poco de todo: folclor, fusión, pop, rock, rap, urbana, brisas caribeñas, electrónica, jazz…
Las Sesiones del Pescador están de regreso. Luego de una pausa de un par de meses —por causas de fuerza mayor—, esta columna musical vuelve literalmente recargada. Es decir: pomposa, profusa, exuberante, abigarrada, estridente. Es decir: llena, sobrecargada, abarrotada.
Así, el episodio 6 de estas Sesiones está dedicado a los sonidos de Iberoamérica… Corrijo: en realidad, los siguientes tres episodios —comenzando aquí— estarán enfocados y dedicados a la diversa, fértil y dinámica producción musical de nuestra región. En total serán más de 700 canciones, provenientes de casi el mismo número de artistas —he tratado de no repetir nombres—. Y mejor aclaro: como estas “sesiones” comenzaron apenas en septiembre del año pasado, he decidido incluir temas de 2020 y de los primeros meses de 2021.
Eso sí, advierto: aunque “más de 700 canciones” parecen muchas, en realidad no lo son: representan apenas una (mínima) porción de la abundante producción musical que se realiza en la región, cuya vitalidad ya está fuera de toda duda. (Una producción que, por cierto, no disminuyó en estos tiempos pandémicos. Ni tampoco ha menguado en estos momentos agitados.)
Y no se preocupe por la diversidad: habrá folclor (o cantos de raíz), fusión, pop, rock, rap, urbana, brisas caribeñas, electrónica, jazz… Aquí abro un paréntesis: luego de no querer incluir el trap en las anteriores listas dedicadas a la región, también he decidido añadir algo de éste. Después de todo, a) hemos llegado a un punto en el que no podría titular esta playlist como de “Iberoamérica” sin incluir (y aceptar ya) el trap; pues, b) es un (sub) género que se ha posicionado, y ya ha echado raíces, en toda la zona; y c) para miguel, se están haciendo cosas bastante interesantes en el género. Cierro el paréntesis.
Prosigo: a diferencia de muchas listas que pululan por aquí y por allá —en medios internacionales o especializados—, y que utilizan el concepto de “Iberoamérica” sin miramientos (pero que sólo incluyen a los países con mayor producción musical, olvidando al resto de naciones que son más bien discretas), en estas tres listas de reproducción están representados —en mayor o menor medida— todos los países que conforman la región; o, al menos, como el consenso general la entiende: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, además de España, Portugal y Andorra. Por cierto: como aquí se trata de sumar —y no de restar— también he incluido a Puerto Rico, que en muchos casos —por lo menos en términos geopolíticos— suele quedar relegado.
Lo que me lleva a otro punto: me he tomado algunas licencias para hilvanar estas listas. Por ejemplo, he incluido algunas propuestas que no son cantadas en español o portugués, pues sus protagonistas han decidido usar otra lengua para su música. Por otro lado, y a la inversa, he sumado músicos que, aunque no nacieron en la región, la llevan no sólo en su ADN sino en su música (al cantar en español).
Como es imposible nombrar las más de 230 propuestas incluidas en esta primera playlist, sólo citaré algunos nombres; encontrarán aquí a Atomic Rose (Honduras), La Madre Tirana (Ecuador), Negrø (México), Nico Roig (España), Paco Amoroso (Argentina), Easy Easy (Guatemala), Damian Nueva (Cuba), Pascuala Ilabaca y Fauna (Chile), Outras Maneiras (Portugal), Carrot (El Salvador), Eros White (Uruguay), Kaê Guajajara (Brasil), Mitú (Colombia), Vudufa (Perú), Larry’s Club (Nicaragua), Anakena (Venezuela), Rafael Augusto (Puerto Rico) o Son Fusión (Bolivia).
¿Más nombres? También están La Bruja de Texcoco (México), Guadalupe Plata (España), Seba Campos & Rodrigo Gallardo (Chile), Lolabúm (Ecuador), Ghetto Kumbé (Colombia), Perro Fantasma (Argentina), Liberato Kani (Perú), Cielos de Plomo (Uruguay), Astronauta Suburbano (Bolivia), Garage 21 (Paraguay), Niña Dioz e Hispana (ambas de México).
Concluyo con algo que ya dejé escrito aquí, en este mismo espacio sonoro, años atrás, y que, por fortuna, no ha cambiado nada: Iberoamérica, en estos tiempos, puede ser vista como un hervidero de sonidos —por la enorme cantidad de propuestas que ven la luz día a día y mes a mes—, pero, asimismo, puede ser vista como un laboratorio musical —fruto de las migraciones, las afinidades, los intercambios entre personas a ambos lados del Atlántico— de donde salen proyectos colaborativos de enorme valía cultural y gran riqueza sonora.
Se trata, pues, de un enorme abanico de propuestas que se abre y se despliega en una gran diversidad de búsquedas artísticas y posturas estéticas; hablamos, sí, de sonidos, ritmos, historias, vivencias… ¡Bienvenidos a Iberoamérica!
Nos leemos en el siguiente episodio.
Escucha Sesiones del Pescador, episodio 6: