El gobernador silencioso y su ágrafo cultural
José Olaf Hernández Sánchez, secretario de cultura del estado de Hidalgo, informó que solicitó licencia para que lo investiguen, tras difundirse video de una fiesta en oficina gubernamental. El silencio de Omar Fayad —gobernador de la entidad—, ante las acciones de su subordinado, ha sido lo más retumbante…
Finalmente el lunes 1 de marzo el secretario de cultura del estado de Hidalgo, Olaf Hernández Sánchez, pidió licencia sin goce de sueldo para que la Contraloría de la entidad investigue “los supuestos hechos” que ocurrieron en su oficina el mes de noviembre del 2020. De nueva cuenta el gobernador Omar Fayad lo protege porque en lugar de separarlo del cargo por el video en el que utiliza la sala de juntas de la secretaría para hacer una fiesta con alcohol y karaoke, sin medidas sanitarias en tiempos de pandemia, le dio una salida paliativa a un funcionario que ha sido acusado de diversos delitos fiscales y administrativos en sus cuatro años de desgobierno.
Entre el lunes 21 de febrero y el viernes 26 del mismo mes, varios comentaristas de los medios digitales del estado nos preguntamos qué le debía el gobernador a su subalterno para ignorar el exhorto de los diputados de Morena y las tres peticiones formales de la comunidad cultural para que retirara de su cargo a un funcionario que trabajó para sí mismo marginando a todo aquel que criticaba su desastroso desempeño. El gobernador ignoró el fraude con facturas falsas que documentó la bancada de Morena; desoyó la protesta de 200 artistas por la falta de un programa de política pública en la secretaría de cultura; nunca le importó que su secretario tuviera parientes cercanos en la nómina; le pareció gracioso que Hernández Sánchez terminara en la cárcel por manejar en estado de ebriedad en la ciudad de Córdova, a donde fue como representante de su gobierno. Yo me cansé de exponer en la prensa local los abusos y los dislates del secretario y la única respuesta del ejecutivo estatal fue el silencio.
Lo grave del asunto es que el gobernador sabía que su empleado de ningún modo tenía el perfil para ser el primer secretario de cultura de estado y no sólo lo puso ahí sino que lo dejó hacer sus fechorías, como la de tener aviadores en la nómina denunciados por ex empleados de la secretaría, con nombre y apellido. A finales de 2019 recibí una denuncia anónima sobre ese trinquete del secretario y sobre las fiestas que ya organizaba en las instalaciones de El Ferrocarril, sitio histórico de Pachuca en donde tenía su oficina. Otros camaradas de “la resistencia” también recibieron las fotos donde se ve a Olaf y a su camarilla en plan festivo pero no las utilizamos entonces por ser fuente anónima y en virtud de que no eran tan explicitas como el video en el que su vocera baila encima de un escritorio. Por esta y otras razones resulta increíble que el ciudadano gobernador no tuviera noticias de la reprobable conducta de su subalterno.
Es facultad del poder ejecutivo estatal nombrar y quitar a los miembros de su gabinete y a los empleados de sus funcionarios. Esta facultad la ejerció el gobernador Fayad de inmediato cuando una subsecretaria de la salud hizo su fiesta de cumpleaños en su oficina, pero a 8 días del escándalo mediático de Olaf Hernández el mandatario no ha dicho una palabra al respecto, ignorando esta vez la petición de 30 colectivos artísticos del estado. ¿Protección al macho ebrio y castigo a la hembra que solo repartió pastel en la oficina? El silencio del gobernador autoriza cualquier especulación al respecto.
Hasta el momento de escribir estas líneas ni la oficina del gobernador ni la secretaría de cultura ha dicho quién se encargará del despacho. En radio bemba se dijo que habían entrevistado a cinco posibles candidatos pero ninguno quiso heredar el desastre administrativo y financiero que deja Olaf en la secretaría. Extraoficialmente se supo que la subsecretaria de patrimonio y fomento cultural de la SC del estado será la encargada del despacho. La doctora en antropóloga es conocida como una profesional capaz y comprometida con las culturas originales de la entidad. Se menciona entre sus cartas credenciales la fundación de la Universidad Multicultural de la Sierra Hidalguense. Y no pertenece al círculo cercano de Olaf. Por cierto, nada se sabe sobre el destino de la bailadora y demás participantes de la fiesta.
Afortunadamente no hay virreinato que dure más de un sexenio y el de Omar Fayad quedará marcado por el descarado encubrimiento que le brindó a un funcionario corrupto y desobligado. A 10 años de haber dejado el puesto de gobernador de Puebla, Mario Marín sigue teniendo en prisión el mote del “gober precioso”. Al ciudadano Omar Fayad le faltan 18 meses para dejar el puesto, pero desde ahora puede ser recordado como el “gober silencioso”.