Entrada y Salida

Las pruebas fehacientes del desamor

—Apenas se levanta, me pide amor. Después de cada desayuno, comida y cena, un beso. Antes de dormir, pone su…

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Pandemia y digitalización

Nadie ha notificado los sucesos de la pandemia de fines de la segunda década del siglo XX cuando en México…

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Urgencia

Amor, me orgía verte.

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Dolencias sin fin

Lo apodaban “El Algodón” porque siempre tenía una dolencia. En el pueblo la gente mayor se preocupaba por aquel mozalbete…

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Duda razonable

Dijo sí cuando en realidad quería decir no. Su duda razonable fue completamente inútil al día siguiente cuando sintió las…

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De la codicia atenida

Si hubiera aceptado el sobre amarillo, viviera hoy rodeado de puro grillo, influyendo a gente desprevenida, de la codicia atenida…

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El ajedrecista acaudalado

El acaudalado, para mostrar su pasión por el ajedrez, llegaba siempre a los torneos montado en un fino caballo protegido…

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Despertares solitarios

Soñé que nuestros labios se unían lentamente, soñé que mi mano izquierda acariciaba sus piernas, soñé que sus ojos me…

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La costumbre de los celos

Puso el grito en el cielo y el llanto en la alcoba, luego se quedó dormida en el regazo de…

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