Octubre, 2024
La escritora surcoreana Han Kang ha sido galardonada con el Nobel de Literatura 2024, en reconocimiento a “su intensa prosa poética que afronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”, según el fallo del jurado. La Academia Sueca también ha destacado que la obra de la novelista, cuentista, poeta y ensayista “se caracteriza por esta doble exposición del dolor, una correspondencia entre el tormento mental y el tormento físico, en estrecha relación con el pensamiento oriental”. Han Kang releva al dramaturgo noruego Jon Fosse, premiado el año pasado por “dar voz a lo impronunciable”, de acuerdo al fallo. Los anteriores ganadores habían sido Annie Ernaux (2022), Abdulrazak Gurnah (2021) y Louise Glück (2020). El Nobel de Literatura ha estado dominado por los escritores masculinos, con sólo 17 mujeres entre sus 119 galardonados. La poeta y narradora surcoreana tiene dos libros de narrativa publicados en español: La vegetariana y La clase de griego (Penguin Random House), y otro ensayo/crónica disponible en español, titulado Actos humanos (Rata Books). La vegetariana es, al menos hasta ahora, la estrella del lote, ya que Han Kang ganó con su traducción al inglés el premio Man Booker internacional de ficción en 2016. En el siguiente texto, Valentina Gosetti nos acerca a su obra.
La escritora surcoreana Han Kang ganó el Premio Nobel de Literatura 2024 “por su intensa prosa poética que afronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”.
Han Kang, de 53 años, es la primera escritora surcoreana que gana el premio y la decimoctava mujer (de los 121 galardonados hasta la fecha). También es músico y le interesan las artes visuales.
Su novela más conocida, La vegetariana (publicada en Corea en 2007), fue la primera que se tradujo al inglés, en 2015. Ganó el premio Man Booker International en 2016, dividido entre Han Kang y su traductora, Deborah Smith.
En su momento, la traducción de Smith suscitó acalorados debates sobre su exactitud. Pero esta es la belleza de la traducción literaria como acto de creación: es un ejercicio imaginativo, no literal, y Han Kang defendió a su traductora.
Han Kang ha publicado seis obras en inglés hasta la fecha. La vegetariana fue su lanzamiento internacional. Luego vinieron Actos humanos, Blanco, Europa y La clase de griego. La obra corta Convalecencia se publicó en edición bilingüe en 2013.
Su última novela, No nos separamos, sobre una escritora que investiga el levantamiento de Jeju de 1948-49 (contra la división de la península coreana por la Guerra Fría) y su impacto en la familia de una amiga, se publicará en 2025.
Un espacio en el mundo
Una macabra historia de brutalidad cotidiana, La vegetariana es una novela en tres actos que relata la historia de una mujer “completamente anodina” que elige renunciar a la carne, y cómo esto desencadena una espiral de abusos sin precedentes por parte de los miembros de su familia.
Aunque dicen pensar en su salud, en realidad se oponen a su inconformismo. Al final, considerándose una planta, rechaza cualquier alimento que no sea el agua y los rayos del sol.
El comité del Nobel alabó la “empatía física de Han por las vidas vulnerables, a menudo femeninas” de sus personajes.
La clase de griego está narrada por una mujer que ha perdido a su madre, a su hijo (bajo la custodia de su padre) y está perdiendo la capacidad de hablar, y un hombre que está perdiendo su conexión con el lugar y la familia, y su vista. El hombre enseña griego antiguo y la mujer se convierte en su alumna.
Como muchas otras obras de Han Kang, La clase de griego explora, a través de una prosa evocadora y lacónica, el frágil e inestable espacio entre lo que puede expresarse y compartirse, y lo que permanece incomunicable, más allá de la posibilidad de las palabras.
Muestra el poder de la búsqueda humana de la conexión: incluso entre el dolor y la pérdida, o quizá a causa de ellos.
En su crítica de Lecciones de griego, el periódico británico The Guardian concluye: “Menos mal que la voz literaria de Han Kang ocupa un espacio en el mundo de la forma en que sus personajes femeninos se esfuerzan por hacerlo”.
El libro autobiográfico Blanco —deslumbrante, conmovedor y a veces místico— fue preseleccionado para el Man Booker International Prize en 2018. Es un libro de arte, un poema extendido y un libro gráficamente blanco sobre todas las cosas blancas.
El libro comienza lacónicamente: “En primavera, cuando decidí escribir sobre cosas blancas, lo primero que hice fue hacer una lista”.
Fajas para bebés
Bata de recién nacido
Sal
Nieve
Hielo
Luna
Arroz
Olas
Yulan
Pájaro blanco
“Riendo blanquecinamente”
Hoja blanca
Perro blanco
Cana
Mortaja
A partir de esta lista de objetos se desarrolla la historia autobiográfica de la pérdida de una hermana recién nacida (que murió tras sólo dos horas en el mundo), años antes del nacimiento de la autora. Hay un coro de voces, pero a veces la propia escritora implora y cuestiona a la hermana que nunca conoció.
Han Kang compuso este libro meditativo y trascendental durante una residencia de escritores en Varsovia. El blanco de la nieve se mezcla con el blanco de la memoria.
Escribir se convierte en un acto purificador: reconstruir la muerte de su hermana significa empezar a vivir. Las reflexiones resultantes siguen el ritmo de la oración, quizá una oración laica, pero profundamente humana. La única forma de hacer el duelo, y al mismo tiempo seguir viviendo éticamente, es el destello de la memoria, en sus interminables fragmentos.
El duelo de una nación
En Actos humanos, este duelo autobiográfico se convierte en el duelo de toda una nación.
Actos humanos narra la masacre de Gwangju, ciudad natal de Kang, en mayo de 1980, cuando cientos, quizá miles, de ciudadanos y estudiantes universitarios, que protestaban contra el régimen autoritario del dictador militar “más vilipendiado” de Corea del Sur, Chun Doo-Hwan, fueron asesinados por el ejército.
Paradójicamente, en medio de esos actos brutales surge justamente lo más valioso: la solidaridad, la dignidad, la fuerza para continuar y, sobre todo, la gran responsabilidad de sobrevivir y recordar.
“Mis novelas exploran el sufrimiento humano”, dijo Han Kang en una ocasión. Cuando escribió sobre la masacre de Gwangju, era “consciente de que los lectores deberían, a su vez, estar preparados (…) para experimentar ellos mismos ese sufrimiento de primera mano”.
El alcance ético de la novela contrarresta la amnesia colectiva impuesta por la censura. Da cabida a un coral —un canto sagrado— en el que los vivos se confunden con los muertos, el presente con el pasado, la memoria con la censura, la palabra con la inefabilidad de una violencia supuestamente inhumana. ¿Sobrevivir podría ser acaso una forma de consentimiento silencioso?
Pero como en Blanco, el silencio se desmorona en la escritura, volviéndose demasiado ruidoso para soportarlo. El papel del escritor es seguir creando, recordando, comunicando incluso lo incomunicable, a pesar de todo. Incluso en fragmentos. Incluso en el silencio. Incluso cuando la humanidad parece fallarnos.
Por todo ello, y por mucho más, Han Kang merece el Premio Nobel de Literatura de este año.