Entrada y Salida
Eterna consternación
Me hubiera gustado ser perro, se dijo en un momento de rabiosa confrontación consigo mismo, y en un instante, por no sé qué pavorosa maravilla, se convirtió en perro, y como tal, al no poder articular palabra alguna, en perro se quedó, y vagabundo, para su eterna consternación.