Febrero, 2024
A principios de este mes de febrero, Taylor Swift amenazó con denunciar al estudiante que se ha encargado de rastrear las emisiones de su jet privado. Los abogados de la cantante alegaron que la información sobre sus vuelos publicada por el activista Jack Sweeney vulneraba su seguridad. Este joven también se dio a la tarea de rastrear los trayectos de los jets privados de Elon Musk, Mark Zuckerberg o Bill Gates. Y no ha parado, pese a la amenaza. Jack Sweeney sigue monitorizando las emisiones de carbono de varias celebridades. En esta entrevista con la periodista Aida Cuenca explica cómo comenzó a hacerlo, por qué y las consecuencias que justamente está teniendo.
Jack Sweeney atiende la videollamada desde su habitación, en un día libre de clases. Tal vez no conozcan a este joven de 22 años, estudiante de Tecnología de la Información en la Universidad de Florida Central (Estados Unidos), pero su nombre ha aparecido en varios medios durante las últimas semanas.
Siempre le han apasionado los aviones y la tecnología y, a través de su padre, conoció el mundo del monitoreo de los vuelos. Interesado por lo que hacía Elon Musk, durante la pandemia comenzó a seguir sus movimientos en el aire. Y los publicó en redes, pero no sólo los suyos. Abrió varias cuentas. La más famosa, Celebrity Jets, reúne los trayectos de numerosos billonarios: Donald Trump, Jeff Bezos, Kim Kardashian… Y también las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) que generan.
Su afición pronto se ganó la enemistad del director ejecutivo de Tesla, que cerró todos los perfiles creados por Sweeney tras convertirse en dueño de Twitter (ahora X) por razones de seguridad: en diciembre de 2022, aseguró que el programador fue el motivo por el que un acosador siguiese el coche donde se encontraba su hijo pequeño. Musk amenazó legalmente a Sweeney, pero también le ofreció 5.000 dólares por cerrar su cuenta, según contó el estudiante, que sostiene que no los aceptó.
Recientemente, Sweeney recibió una carta del equipo legal de la cantante Taylor Swift advirtiéndole de que parase de rastrear a la compositora por el mismo posible peligro. Pero el joven afirma que no va a parar de momento. Defiende que usa datos públicos para el seguimiento de cualquier famoso y ha buscado otras maneras de continuar exponiendo la huella de carbono de la gente rica: ha migrado a otras redes sociales; y en X, para mantener su presencia, publica los datos con 24 horas de retraso.
—¿Qué le motivó a iniciar estas cuentas? ¿Fue una cuestión medioambiental?
—Al principio esa no era mi idea principal. Sólo me interesaba el aspecto informativo de estas personas, lo que hacían. Pero había mucha gente que me pedía añadir las emisiones de carbono. Y creo que ahora la transparencia y la huella de carbono están por encima de mi interés por lo que hacen los famosos, porque estas personas no quieren que se sepa lo que contaminan.
—¿Cuántas cuentas de seguimiento gestiona?
—Actualmente, hay alrededor de diez cuentas. Lo automaticé: escribí un software que comprueba los datos rutinariamente y lo configuré para ciertos aviones. Ahora estoy trabajando en hacer un sitio web para que el seguimiento sea mucho más fácil porque la creación de las cuentas es complicada de gestionar.
—Pero, ¿tiene un equipo que le ayude o lo hace todo usted solo?
—El desarrollo de software casi todo es mi trabajo. Hay gente que contribuye en pequeñas cosas aquí y allá, pero prácticamente todo es cosa mía.
—¿Gana dinero con lo que hace?
—Si pudiera, probablemente lo haría, pero la verdad es que no. Hay donaciones cuando se publican artículos y cosas así, pero no hay grandes ingresos ni nada.
—¿Cómo funciona? ¿Cómo accede a esos datos?
—Todos los aviones tienen transpondedores y están obligados a indicar su ubicación. Y hay un identificador, el número de cola, que está asociado con el transpondedor. Muchas veces, a través de entidades gubernamentales como la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) en el caso de Estados Unidos, se puede buscar la propiedad de los aviones. Y una vez que sabes a quién pertenece el avión, puedes rastrearlo y hay redes de personas que reciben esas señales de transporte. Yo tengo una de esas redes de personas que me envían datos y, a través de esos datos, identifico los números de cola para tratar de entender quién despega y aterriza y en qué lugar lo hace.
—Cuenta que Elon Musk intentó ofrecerle 5.000 dólares para cerrar su cuenta. ¿Cómo sucedió?
—Estuve operando la cuenta de Elon durante un año y entonces él me envió un mensaje directo en Twitter. Intercambiamos mensajes una vez a la semana durante un mes, más o menos, y me ofreció el dinero para que cerrara la cuenta, pero no lo hice. Luego, un año más tarde, fue cuando se convirtió en dueño de Twitter y dijo que yo era la razón por la que estaba siendo acosado. Entonces suspendió todas mis cuentas, a pesar de que un mes antes dijo que no lo haría por su compromiso con la libertad de expresión.
—¿Por qué no los aceptó?
—Claramente, no es suficiente.
—¿Le ofreció sólo dinero o le ofreció algo más?
—No, sólo eso. Intenté negociar otras opciones porque quería trabajar con él ya que me gustaba en aquel momento. Pero ahora me alegro de que no funcionara porque creo que es mucho más importante que la gente sepa lo que publico.
—¿Cerraron sus cuentas en otras plataformas de redes sociales?
—Las primeras cuentas que se suspendieron fueron cuando Musk me culpó por su acosador en diciembre de 2022. Todas mis cuentas en Twitter fueron suspendidas en ese entonces. Y luego empecé a abrir perfiles en otras plataformas. Y con lo de Taylor Swift, dos horas después de recibir su cese y desista, me suspendieron las cuentas en Meta, Instagram, Facebook y Threads, lo que significa que el equipo de Taylor Swift también contactó con Meta. Lo interesante es que todas mis otras cuentas de seguimiento en Instagram siguen activas, pero no la de Swift. Es raro que apliquen las normas de forma diferente para cada persona.
—En el caso de Taylor Swift, también se justifica que, con su rastreo, queda expuesta a posibles acosadores. ¿Qué opina al respecto?
—No creo que esa sea la razón por la que me enviaron la carta. Dos días antes de mandarla, había muchos artículos relacionados con que su relación con Travis Kelce era la peor para el planeta por las emisiones de carbono que generaban sus viajes. Y para la Super Bowl había como 30.000 personas siguiendo su jet privado… Simplemente, no me cuadra esa explicación. Además, creo que el aeropuerto es uno de los lugares más seguros, especialmente cuando alguien está volando en un jet privado. Nadie va a derribar un avión.
—¿Ha recibido alguna respuesta de los abogados de Swift después de responder a su carta?
—No, lo interesante es que su equipo responde a los periodistas con la misma declaración, pero nunca me respondieron a mí.
—Además de Taylor Swift y Elon Musk, ¿ha tenido problemas con algún otro famoso? ¿Ha recibido más amenazas legales?
—Amenazas legales, no. [El empresario] Mark Cuban contactó conmigo. Me gustaría tener las transcripciones de esa conversación, pero fue en Twitter antes de que suspendieran mi cuenta, así que no tengo los mensajes guardados.
—¿Hay algún comportamiento que le haya impresionado? ¿Alguna celebridad que haya cambiado sus acciones después de que usted las haya expuesto en redes?
—De hecho, creo que hubo un tiempo en el que Elon Musk solía volar más y parece que ahora puede que lo haga un poco menos. Con Taylor Swift, no he notado realmente nada. Ella está volando a todas partes para los conciertos.
—¿Cómo lleva toda esta atención? ¿Quería permanecer en el anonimato al principio o no le importa exponerse?
—Lo de Taylor Swift no quería que se hiciera público, pero ahora lo es. De todas maneras, creo que es bueno que lo sea para que la gente se dé cuenta de que esa información intentaba ocultarse.
—¿Qué planes tiene a partir de ahora?
—Tengo toda una lista, una hoja de cálculo con todos los jets privados y con quién están asociados. No puedo adaptar todo eso a las redes sociales, aunque lo automatizara, y por eso necesito crear una página web. Si lo consigo, podría convertirlo en una herramienta. Podré ofrecer mucha más información y datos útiles a la gente, especialmente a los periodistas. Ha sido mi plan durante mucho tiempo, pero… siempre hay una distracción como todo este lío con Taylor Swift que me quita tiempo.