Sinónimos y antónimos se incorporan al «Diccionario de la lengua española»
Noviembre, 2023
La RAE ha presentado la actualización de su Diccionario de la lengua española, que incorpora 4381 novedades, entre nuevos términos, nuevas acepciones, enmiendas a artículos y supresiones. La principal novedad ahora es la posibilidad de consultar sinónimos y antónimos.
¿Comes “cochifrito”, eres “no binario” o practicas el “perreo”? Pues bien, estas palabras ya están en el diccionario de la Real Academia Española (RAE).
La institución cultural y lingüística ha presentado la actualización de su Diccionario de la lengua española (DLE) —en esta ocasión, la versión electrónica 23.7.
Así, la obra se renueva un año más incorporando 4381 novedades, nuevos términos, nuevas acepciones de entradas recogidas con anterioridad, enmiendas a artículos ya existentes y supresiones.
La principal novedad de este año es la incorporación, por primera vez en los casi 300 años de historia del diccionario académico, de la consulta de sinónimos y antónimos, señala la nota de prensa de la RAE.
Santiago Muñoz Machado, director de la RAE y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), ha sido el encargado en dar a conocer hace unos días la actualización. Todas las novedades ya se encuentran disponibles en la página web dle.rae.es, que cuenta con el apoyo de la Fundación “la Caixa”.
Sinónimos y antónimos
Como parte de la actualización de 2023, el Diccionario de la lengua española incorpora una destacada novedad: la inclusión de los principales sinónimos y antónimos de las voces del español. Se han identificado, seleccionado y agregado los sinónimos o afines y los antónimos u opuestos de numerosas voces del diccionario. Un total de 42 882 artículos del diccionario contienen sinónimos o afines y 9790 contienen antónimos u opuestos en algunas de sus acepciones. De todos estos artículos, sale un sumatorio de 260 188 sinónimos y 20 091 antónimos.
Esta nueva información se muestra en el diccionario de dos maneras: vinculada a acepciones concretas y, en bloque, al final del artículo. Así, el consultante podrá acudir a la página web del diccionario para encontrar el DLE de siempre, ahora enriquecido con sinónimos y antónimos de acepción, o también podrá hacerlo en busca de un diccionario de sinónimos y antónimos en estrecha relación con el DLE.
Nuevas voces
Como viene siendo habitual, la RAE actualiza en la recta final del año el diccionario académico, elaborado en colaboración con la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE). Una actualización que este año incorpora novedades de ámbitos tan diversos como la ciencia, las nuevas tecnologías, la gastronomía, el deporte o el derecho.
Entre los nuevos artículos encontramos palabras como alien, machirulo, georradar, oscarizar, regañá, supervillano, tecnociencia o videoarbitraje y el acrónimo VAR. También formas complejas, es decir, aquellas formadas por más de una palabra, como fila cero, línea roja, masa madre o pobreza energética.
Se incorporan también extranjerismos que se han popularizado en nuestra lengua, como big data, cookie o banner, tan presentes en la era de la información, o como aquaplaning, bracket o bulldog.
El medioambiente también suma nuevas entradas al Diccionario, como biocapacidad, descarbonizar, corredor ecológico o las formas complejas huella de carbono, huella ecológica o huella hídrica.
En el ámbito de la sexualidad y el género, se agregan al diccionario en su versión 23.7 términos como no binario o disforia de género. En el campo de la salud, el DLE añade nuevas voces como cardiocirculatorio, hormonación, implantología o presoterapia.
En el ámbito musical llama la atención que se hayan agregado tanto el vocablo de larga data en España chundachunda (“música fuerte y machacona”) como el más actual perreo, que se refiere al “baile que se ejecuta generalmente a ritmo de reguetón, con eróticos movimientos de caderas, y en el que, cuando se baila por parejas, el hombre se coloca habitualmente detrás de la mujer con los cuerpos muy juntos”.
Nuevos significados
En su actualización anual, el Diccionario de la lengua española no sólo incluye nuevos términos, también se incorporan nuevas acepciones a palabras que ya estaban recogidas, a las que se han sumado nuevos significados.
El término porsiacaso, que hasta ahora únicamente se encontraba recogido como propio de Argentina y Venezuela para denominar un tipo de alforja, consigna ahora también el sentido «cualquier cosa que se tiene o se lleva en previsión de necesitarla».
Algo parecido ocurre con el término tóxico, que ya no se aplica únicamente a una sustancia, también a aquello «que tiene una influencia nociva o perniciosa sobre alguien».
En el ámbito de la gastronomía, viudo registra una acepción para referirse a un alimento «que se guisa o se toma sin ingredientes que le den sustancia». Asimismo, pico contiene una nueva acepción culinaria usada en el habla de España para referirse a un «colín de pan pequeño».
Otra expresión de uso muy frecuente que pasa a oficializarse es la acepción crack, como “persona que destaca extraordinariamente en algo”.
Las modificaciones no responden a peticiones sino a la realidad de su uso
Nunca está demás recordar que la RAE no prescribe qué palabras existen y cuáles no, sino que simplemente intenta describir qué palabras emplean sus hablantes.
Como ha señalado el director de RAE, Santiago Muñoz Machado: las modificaciones no responden a peticiones de personas o grupos sino a la realidad de su uso por los hispanohablantes. “No sometemos a subasta ni a campañas la incorporación de palabras en el diccionario”, dijo hace unos días.
El Diccionario de la lengua española cuenta con la participación de las 23 academias de la lengua española presentes en todo el mundo, lo que hace de esta obra lexicográfica una referencia panhispánica.
La convivencia de las distintas variedades lingüísticas de nuestro idioma común lo enriquece. Algunos términos anteriormente marcados como americanismos prescinden en esta actualización de su marca geográfica, debido a su popularización en el resto de las áreas hispanohablantes. Es el caso de acalambrar, como ‘producir un calambre’, o mordida en su segunda acepción, que pierden la marca «América» y pasan a mostrarse como propias del español general.
Descargue aquí las novedades de este año.