Héctor Anaya: en el comienzo del arte
Héctor Anaya nació en la Ciudad de México en 1958. “El gusto por la pintura surgió en mi niñez —cuenta el propio artista plástico—. Recuerdo que en casa había libros de mi padre con ilustraciones de algunos pintores y pasaba buen rato viendo las mismas imágenes por mucho tiempo. Para mí eso era un agasajo, pero fue hasta que mi padre cuando yo era un niño, tal vez a mis siete años de edad, me llevó a un Sanborns y ahí pude ver algo que me dejó muy impresionado: era un libro con grandes láminas a color con pinturas del Greco. Fue ahí, en ese momento, donde decidí que sería pintor”.
Héctor Anaya estudió en Bellas Artes, en la Esmeralda, “pero fue mucho después —dice el artista— cuando empecé a abrir los ojos y a conocer más de las leyes del color, de los materiales, de todo lo que tuviera que ver con la estética compositiva en la pintura”, de ahí que ahora sienta que “la vida no alcanza para crear lo que se pretende en el fondo del ser”. Porque la pintura, hoy, “está resurgiendo, hay un fuerte frente que está buscando plasmar eso que por muchos años olvidó la pintura; mejor dicho, olvidaron o menospreciaron o no quisieron aprender, los pintores y artistas vip (de video, instalación, performance), atizando el llamado arte conceptual. Creo que el cambio ya está aquí, sólo que apenas es el comienzo”.
