Entrada y Salida
Las manos quietas
Metió la mano donde no debía sólo para sufrir un desapasionado arañazo que lo hizo desistir, de inmediato, de sus clandestinas intenciones.
Metió la mano donde no debía sólo para sufrir un desapasionado arañazo que lo hizo desistir, de inmediato, de sus clandestinas intenciones.